Pérfida - Relatos Eróticos

Pérfida

... empresa a Mónaco, por lo que nos tendríamos que mudar allí. Por su puesto está noticia la soltaría a pocos días de mi marcha.

Teníamos las intrucciones para el día de la boda. Como ponernos en la ceremonia, como actuar durante el catering y por supuesto las miles de fotos que nos haríamos. También el equipo de peluquería y maquillaje que la prepararían también nos peinarían y maquillarían a nosotras.

Las pruebas del vestido, si, estábamos todas móvil en mano viendo como le quedaba. Yo iba por si se tropezaba y se dejaba los dientes en el suelo de la modista.

Era patético ver como le lamían el culo, esta vez de manera metafórica porque había sido más de una vez en la que habíamos lamido el semen de su trasero y ella del nuestro.

- Que bonito, los hombros al aire son ideales, la cola más larga que estamos nosotras para ponertela bien (tocate los pies), deberías darte algo de rayos uva para lucir la espalda...

Todo memeces. Pero como buena dama de honor daba ideas que incluso eran aplaudidas como la elección del colgante del cuello que debería llevar.

- Algo fino, lo mejor es no llevar nada que se luzca el escote. Pero algo fino, elegante, nada ostentoso daría un toque modesto en lo que va a ser el centro de todas las miradas. Sería como decir, no necesito joyas para lucir como una.

Lo que pensaba que sería mirada de reproche incluso un reproche en forma de insulto se convirtió en un abrazo con lágrimas.

- Que buena idea, un toque modesto como se nota cuanto me conoces.

Me vas acompañar cuando el joyero venga a casa para escoger el colgante y los pendientes.

Perra vida, pero tripas corazón. Me tocaría apechugar con el marrón pero no pensaba generarme enemigas.

- Estaremos todas, como sabéis yo de joyas no entiendo mucho ( eso es verdad) y entre todas podremos asesorarte mejor.

No voy a describir como fue ese día. Todas nos pusimos los colgantes para que nos viera como quedaba en el tono de piel.

Todo con té y pastas cuando lo que necesitaba era tequila por vena.

A dos semanas del gran evento, Nita nos reunió en un parque.

- Os preguntaréis porque está reunión en este sitio.

- Pues no, ahora vendrán los de la KGB y nos darán los microfilms que nos meteremos por el ojete y tendremos que cruzar la frontera donde agentes de la CIA nos lo sacaran y nos darán un sobre con dólares.

La tontada que acabáis de oír me salió de dentro, si fui yo.

Las carcajadas de todas hizo que los pájaros que estaban en el césped salieran volando.

-¿Desde cuando te metes cosas por el ojete reina? ¿O Lola ha conseguido lo que yo no? - dijo Nita limpiando se las lágrimas. - Bueno, vosotras sois mi círculo interno y no es de recibo que se os oculte cosas.

Germán no está seguro de lo nuestro pero yo sí. Yo se que necesita tiempo para convencerse de que yo soy su mujer ideal. Por eso me inventé lo del embarazo. Pienso sufrir un aborto tras la Luna de Miel. Y ya después de un tiempo ya de verdad me quedaré embarazada.

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