1. Una sorpresa tras otra(17)


    Fecha: 02/07/2019, Categorías: Incesto Autor: Alfonso, Fuente: TodoRelatos

    ... pensé que le estaba metiendo toda la verga. Me parecía increíble que pudiera entrar por completo en su vagina.
    
    Volví a abrir los ojos y contemple de nuevo su cara. Sonreía de oreja a oreja, con una cara de salido que nunca le había visto. Me acordé de la frase de Soraya, “Espero que le animes!”, y me atreví a decírselo adornandolo con esas palabras que me había dicho que le gustaban.
    
    - Vamos papá, dale bien a la zorra de tu hija!
    
    Mi padre sonrió más ampliamente y comenzó a embestir con más ganas.
    
    - No sabes cómo le gusta a la putita de tu hermana que le meta bien la verga!
    
    El vocabulario morboso había comenzado y ya no paramos de alimentarlo. Estaba claro que a Soraya le iba esa marcha, pues hizo que volviera a tensar el culo de las chupadas que me daba.
    
    Mi excitación aumento, y también aumenté las barbaridades morbosas.
    
    - Me voy a correr en tu boca de zorra, hermanita!
    
    - Eso, llénale la boca de leche que yo estoy a punto de llenarle el coño!
    
    Replicó mi padre a mi propuesta.
    
    Le sujeté la cabeza y comencé a bombearle la boca a gran velocidad. Estaba deseoso de correrme sin dejar que mi polla saliera de su boca. A los pocos segundos mi polla estalló y comenzó a soltar leche. Aunque le sujetaba la cabeza, ella no hizo intención de separarse. Continuó chupando y tragando como jamás la había visto.
    
    Noté como mi padre también se corría por la expresión de su cara. Dio un par de embestidas más y paró con la boca totalmente abierta para coger aire. Llegue a pensar que le iba a dar un infarto. Soraya temblaba como un flan. También se había corrido y sus rodillas cedieron al soltarla mi padre cayendo de rodillas al suelo.
    
    Con la boca abierta, sus labios comenzaron a ponerse blancos al salir el semen que no se había podido tragar.
    
    Mi padre se había sentado directamente en el suelo para recuperar la respiración y me di cuenta que su enorme polla seguía mantenimiento la erección. Me eché hacia atrás recostando mi espalda sobre la cama pensando que eso no había terminado. 
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