1. Donde las dan las Toman. 3/3


    Fecha: 11/03/2019, Categorías: Infidelidad Autor: fuego de Hefesto, Fuente: TodoRelatos

    ... mi esposo y echamos otro polvazo digno de comparación con nuestros mejores tiempos, eso sí, potenciado por mis fantasías en las que era poseída salvajemente por aquel semental encamado. Mi nueva y frenética actividad sexual reactivó nuestra relación y ambos comprobamos que se reforzó, tanto a nivel sexual como de pareja. Sospechaba que su predisposición a follarme cada mañana antes de ir al bufete, se debía al bajo rendimiento sexual con su joven pasante. No me atreví a preguntar por no ponerme de mal humor.
    
    Al día siguiente mi decepción se vino abajo. Cuando entré en la habitación estaba su esposa haciéndole compañía. Los primeros días no podían verlo, excepto una hora en cuidados intensivos. Con la autorización de las visitas familiares, estos se quedaban durante el día, por eso frustró mis propósitos. Tuve que hacer mis visitas rutinarias dejando de lado mis impulsos más ardientes.
    
    Afortunadamente solo duró un par de noches, porque la esposa se cansó de dormir en malas condiciones y lo dejaba sobre las 22:30 horas para dormir en casa, y aprovechaba el día para estar con su marido y atenderle, por consiguiente las noches, pensó que estaría mejor en manos de las enfermeras, en este caso, las mías…. Cuando llegué tuve la oportunidad de charlar brevemente con él, pero todavía estaba aturdido a pesar de que ya se le había quitado medicación. Volví al cabo de una hora y repetí mi ritual. Me apoderé del badajo y deslicé mi mano acariciando toda su envergadura, mientras con la otra mano me vi obligada a darle placer a mi coñito. Mi respiración se aceleró al tiempo que mis dedos se perdían dentro de mi raja caliente y húmeda…. Sin saber por qué, presa del delirio y de la insensatez, me aproximé de nuevo para introducírmelo en la boca y empecé a hacerle una mamada a aquel flácido salchichón sin dejar por ello de darme placer con mis dedos. Poco a poco mi entusiasmo se incrementó y noté como el miembro iba endureciéndose en mi boca. Lo sensato hubiese sido parar, dejarlo todo como estaba y salir de allí, eso era lo que dictaba mi razón, por el contrario, mis deseos estaban en desacuerdo y se dejaron llevar por la lujuria actuando con una temeridad de la que yo en esos momentos no era realmente consciente.
    
    La verga ganaba rigidez mientras me afanaba en la faena. La cogí de la base y contemplé su envergadura, a continuación me giré por ese instinto que sabes que alguien te está mirando, y miré a ojos del hombre como me observaba mientras me aferraba a su polla. Mi corazón se aceleró. No sabía si continuar porque no alcanzaba a descifrar su escrutadora mirada. Desconocía si era de aprobación o de disconformidad por mi libertina actitud, pero cuando su mano se posó en mi cabeza instándome a seguir, todas mis dudas se disiparon y continué con mi tarea de tragarme aquel pilón de carne palpitante. Después de diez minutos dedicados a la más esforzada mamada de mi vida, su esencia inundó mi boca. Al mismo tiempo que manaba la leche de su verga, de tanta ...
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