1. Donde las dan las Toman. 3/3


    Fecha: 11/03/2019, Categorías: Infidelidad Autor: fuego de Hefesto, Fuente: TodoRelatos

    ... estándar. Carlos, también se benefició de un extraordinario polvo, no por su excelso de pasión, sino por la anomalía de follarme.
    
    Al día siguiente comprobé que el hombre ya había salido del coma inducido y lo habían trasladado a una habitación individual de la planta y no sé por qué agradecí que fuese yo la encargada oficial en mi turno. Cuando atendí las tareas de mayor urgencia, me dirigí a su habitación para interesarme por su estado y conocerle. Le di un poco de conversación con la intención de empatizar con él. Intentaba responder a mis preguntas, pero todavía estaba conmocionado y los sedantes le provocaban un estado de letargo (conveniente en aquellos momentos) en el que tenía dificultades para mantenerse despierto, de modo que no insistí demasiado, le cambié el gotero y le dejé dormir.
    
    Al cabo de una hora regresé y vi que dormía plácidamente. Me atreví a separar las sábanas otra vez para velar por aquel patrimonio de la humanidad y por su estado. Mi osadía hizo que dirigiera mi mano al falo en estado de reposo y se apoderó de él. Presioné ligeramente aplicándole un sutil movimiento de masturbación, percibiendo como el prepucio se deslizaba con suavidad sobre aquel tremendo falo angosto. No sabía exactamente lo que pretendía ni qué esperar, únicamente mis actos eran consecuencia de mis impulsos más básicos. Corría el riesgo de que despertara y podría tener problemas muy serios, teniendo en cuenta que era un pez gordo de la administración central.
    
    Puede pensarse que aquel acto es una falta de ética profesional muy grave, y no se andaría muy lejos de la verdad, sin embargo ese delito se cometía a diario en aquel hospital con total impunidad, por lo que a esas altura, era normal en mí semejante actitud, de hecho, nunca anteriormente me había aventurado en una temeridad semejante sino hubiera visto que todos practicaban tales actos sin condición de categoría… se daba por hecho, que el sexo era una manera más de terapia colectiva puesta en práctica, una manera de socializar entre nosotros y crear un equipo solidario… algo semejante a las “Técnicas dinámicas de equipo”, con la que lográbamos evitar censuras y críticas, a cambio de complicidad entre todos los que formábamos la plantilla. Si no fuera por eso, ni mucho menos había puesto en entredicho mi carrera profesional, así como tampoco habría engañado a mi esposo de ninguna de las maneras. Sin embargo, allí estaba yo ahora, una joven esposa muy necesitada, masturbando a un hombre dormido, estimulada por su órgano sexual, haciendo lo que otra compañera haría por mí.
    
    Al cabo de unos minutos me pareció advertir que el miembro empezaba a ganar pesadez y cierta dureza…, me detuve en el acto pensando que podría despertarse. Volví a taparle y salí con premura de la habitación dirigiéndome nuevamente al baño para aliviar mi atormentado sexo con mi consolador de bolso que llevaba siempre conmigo en su estuche. Cuando llegué a casa a las siete de la mañana volví a reclamar las atenciones de ...
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