1. Donde las dan las Toman. 3/3


    Fecha: 11/03/2019, Categorías: Infidelidad Autor: fuego de Hefesto, Fuente: TodoRelatos

    ... cuclillas sobre su falo, fue fácil encauzarla hasta que encontré acomodo de su glande en la boca de mi coño…, me la inserté hasta el fondo, hasta notar en mi clítoris el vello de su pubis y su glande en alojado en mi útero. Miré a mi marido, y lo vi incrédulo de lo que estaba presenciando. Creo que lo que menos esperaba ese día, era comprobar que otros tipos se follaban a su mujercita con mi total consentimiento y deseo.
    
    Me observaba cabalgando encima de ese viejo verde, que me agarraba del culo para penetrarme mejor, a la vez que su cadera se afianzaba hacia arriba dándome pollazos tan duros y ágiles, que los más de 20 cm entraban de una vez hasta mi vientre y sus pelotas rebotaban una y otra vez en mi coño. No paraba de emitir gemidos y gritos en voz baja para no llamar la atención del resto del ala de habitaciones. Quince minutos más tarde, y tras dos orgasmos que tuve, a Eugenio le llegaba el turno de correrse. Intenté levantarme para que no se vaciara dentro de mi útero, pero el abuelo me forzó. Y en un último intento por zafarme, el macho semental eufórico por inseminarme, me presionó contra él abrazándome de la cintura y dándome de pollazos, hasta que de tal manera noté el potente chorro de leche llenarme, a la vez que llegó mi tercer orgasmo, mientras el viejo gruñía y eyaculaba como un toro… De nuevo ese vejete se corría dentro de mí. Mi esposo tragaba saliva de pie frente a la puerta, por cuya ventana había sido espectador de sus cuernos.
    
    Me desplomé encima de Eugenio, pocas veces me había visto así de entregada. La imagen debía de ser impactante para mi esposo, yo encima de otro hombre recién follada con su verga aun palpitante y eyaculando dentro de su mujer, chorreando un poquito de semen por entre su pollón y el cierre de obturación que ofrecían los labios de mi vagina. Miré el reloj, me levanté a toda prisa, me puse el tanga sin limpiarme (imagínense la situación), y me dirigió a toda prisa a la puerta para salir. Allí estaba mi marido, al otro lado, esperando explicaciones. Salí y me miró con cara de asombro de cuanto había visto, le di un beso y nos fuimos a la habitación, cerré la puerta…
    
    – Debí habértelo contado, pero aún me sentía molesta sabiendo que tú te tiraste a tu pasante durante meses. Tengo que aclararte que no es cosa de un día, sino que mantengo una relación sexual con él desde hace medio año. – Se notaba en mi rostro la culpabilidad, y las falsas lágrimas en los ojos. –Yo en verdad te quiero, pero sobre todo soy mujer antes que esposa, y tengo mis necesidades, y ya que tú las sacias con todas esa putitas y no conmigo, yo me busco la vida de esta manera.
    
    – ¿Pero tú amas a ese viejo?
    
    – De algún modo sí, sino no me dejaría follar por él… desde que estoy con él algo ha cambiado en mi ánimo… mi vida es un poco más agradable.– Mentía para agrandar el mito.
    
    Mi esposo me increpó, y me preguntó por él, por lo nuestro, a lo que le repetí que también le quería y que eso no iba a cambiar, pero que de otra ...