1. Donde las dan las Toman. 3/3


    Fecha: 11/03/2019, Categorías: Infidelidad Autor: fuego de Hefesto, Fuente: TodoRelatos

    ... cómoda ante la mirada penetrante de Carlos, a la par bastante excitada… llevaba cinco días sin follar y mi coño pedía a gritos que los atestaran de carne dura. Destapé al abuelo, dejando ver su enorme pollón aún sin estar suficientemente tieso, el cual agarré y empecé a frotarlo suavemente subiendo y bajando el prepucio, dejando el orondo glande despejado una y otra vez. Sabía que mi esposo lo estaba observando y su cara debía estar en blanco y alucinando como su mujercita tenía un romance con un paciente septuagenario que más bien pareciera un caballo encelado, y él sin reaccionar. El tamaño y dureza del cipote fue cogiendo vigor para mi tratamiento.
    
    Lo siguiente que pudo ver mi marido, fue que empezamos a besarnos con pequeños besos cortos que se iban acrecentando en otros más largos y apasionados, mientras Eugenio me acariciaba con sus dedos por encima del húmedo tanga que por esos momentos ya mojaba…. Sentía la dureza de aquella estaca en mi puño, sus hinchadas venas que deformaban su tronco erguido me ondulaban la palma de mi mano, en tanto le hacía una paja soberana al abuelo. Después me dirigí hacia la gran verga, noté como me miró mi esposo mientras me acercaba a la polla deforme y grandiosa de Eugenio…, la lamí con puterío de arriba abajo, le chupé los huevos enormes que descansaban sobre la cama, de grandes, estirados y pesados que los tiene el viejo. Me los introduje en la boca suavemente uno a uno ocupando toda la cavidad bucal con tan solo uno de sus testículos, no era de extrañar que con esos huevazos fuera tan buen semental. Eugenio, mientras tanto husmeaba con su mano entre mis piernas. Empecé a subir el ritmo del movimiento de mi mano y a suministrarle duros chupones a sus huevos, para luego casi al mismo tiempo, subir el ritmo chupando ese enorme falo interminable que me dejaba sin saliva de tanta superficie por lamer…. Pocas veces le había mamado la polla a mi esposo de esa manera tan golosa, tan furiosa, tan puta.
    
    A continuación, recuperé la postura, y mirándole seria a mi esposo, me di la vuelta, me bajé las bragas y me subí a la cama, y saqué el condón de mi bolsillo (que era lo que había cogido antes). Lo abrí y cuando fui a ponérselo solo le cupo hasta la mitad del mástil con un apriete considerable… estaba claro que no había acertado con uno del tamaño adecuado. El abuelo se lo quitó y lo tiró al suelo aludiendo que le estrangulaba la polla. Fui a ver si encontraba otro que fuese XXL, pero Eugenio me enganchó por el brazo, me miró con ojos de lujuria, y me dijo que hoy por ser la primera vez en varias semanas, follaríamos sin condón como otras veces. No acepté, porque estaba en mis días más fértiles, pero cuando quise levantarme, el abuelo me atrapó y levantándome como si fuese una pluma, me puso encima de su verga… Yo viendo que debía claudicar o no acabaría con mis desesperadas ganas lascivas, se la amarré haciendo caso omiso a mi fertilidad y enfilé su tranca a mi entreabierta raja, que en esa posición en ...