Donde las dan las Toman. 3/3 - Relatos Eróticos

Donde las dan las Toman. 3/3

... porque me siento más activa en horas nocturnas que diurnas. Lo cual, impide que coincidamos con frecuencia en casa, sobre todo en la cama y cuando estamos juntos, siempre hubo alguna excusa por alguna de las partes, para no hacer el amor o simplemente echar un polvo… follar por follar para desestresarnos y cumplir con el mandato del Señor. Sin embargo suele cumplir cuando me siento cachonda.

Como digo, trabajaba de enfermera en el Hospital Roosevelt, cubriendo una plaza vacante en la última planta en turno de noche, donde están los pacientes que necesitan más atenciones. A mis 26 años, creo tener suficiente juventud y madurez como para enfrentarme a ese tipo de pacientes… por otro lado me pareció un lugar de menos propuestas sexuales, necesitaba un sosiego o acabaría preñada de cualquiera. Estar con pacientes de escasa movilidad me ayudaría a retomar mi vida, algo que se rompió con mi maduro paciente de alto standing que me colaron en mi planta.

Siempre voy a trabajar sobre las 21 horas, una hora después de llegar mi esposo a casa, justo para cenar juntos y hablar un rato, y suelo llegar sobre las 8 de la mañana, justo cuando se despierta Carlos… ese es el momento que solemos aprovechar para follar…, él se va follado de casa y yo me quedo en la cama con el regusto de su lefa en mi coño, lo justo para coger mejor el sueño. Al salir, ya desde casa llevo el uniforme puesto, porque siempre llego tarde a mi turno. El uniforme consiste en una bata blanca (corta al parecer de mi marido), un poco ceñida, con su ropa interior, liguero y medias de liga semi transparente blancas (mi esposo no sabía porque no nos ponemos nada debajo del uniforme, una camiseta o algo que no incomode a los pacientes), en fin, demasiado provocativa y sexy era cierto, pero en mi trabajo si no le doy aliciente con un poco de sexapil, me derrumbo anímicamente, pero ese no es el único y más importante motivo de tan ligera vestimenta, sino la elevada temperatura en el hospital, acondicionada a los pacientes que suelen ir semi desnudos por cuestiones sanitarias.

En las últimas mañanas, antes de que mi esposo se levante de la cama llego a casa y entro directamente al baño a darme una ducha. En ese momento, él se levanta de la cama y acude al baño también. Siempre le tocaba esperar, porque como ya se sabe, las mujeres acaparamos el baño mucho tiempo. Me suelo dejar la puerta entreabierta para que pase si quiere y mire como me aseo, lo cual permite ver lo que hago para que se recree un poco con mi cuerpo (siempre me ha gustado ese lado voyeur que tiene, y el mío de exhibicionista). Lo que veía en su cara me hacía dudar si sospechaba algo…, me quitaba el tanga bien usado con muestras evidentes de una gran cantidad de fluidos resecos, y otros no tanto… lo echaba para lavar en el canasto de la ropa. Luego me sentaba en el bidet para lavarme el coñito y el culito, en tanto él se daba una ducha… me gusta acostarme con mi cuerpo limpio y fresco. Luego, antes de salir del baño, le ...