1. Terapia de grupo 8


    Fecha: 29/06/2019, Categorías: Grandes Relatos, Autor: ant5cont, Fuente: TodoRelatos

    ... que dejara de masturbarse. Los dos alcanzaron un orgasmo tan intenso y tan completo que no necesitaron irse corriendo a follar como las otras veces, simplemente ella se sentó en sus muslos y lo besó largamente mientras él le acariciaba las piernas llevándose con la yema de los dedos grumos de semen. Llegando a su coñito, le hizo dar un pequeño respingo y provocó que ella le retirara la mano de lo sensible que lo tenía en ese momento.
    
    Sí, a partir de ese día la fantasía volvió a marcar el camino a la acción real. El ver adornada de leche su piel no era suficiente. Habían estado muy cerca y ahora no podían dejar de excitarse pensando en una penetración completa, con corrida interna. El ver brotar esperma del interior de su chica era ahora el sueño morboso de Alex. Y ella, se estremecía al imaginar cómo sería tener otra verga abriéndose paso en su carne. Pero para esto no les valía cualquiera. Tenía que ser alguien de mucha confianza a la par que desconectado de su ambiente normal. Desconocido y confiable no eran palabras que casasen muy bien, pero en esta ocasión, la suerte se puso de su parte. Tras intentarlo con varios anuncios en foros de tríos con resultado infructuoso, repararon en uno de los porteros y guardias del local llamado Diego. Fue una intuición, un leve destello de conexión de Inma que creyó ver algo en él.
    
    - Podría funcionar…
    
    - ¿Cómo dices?
    
    - Ahora vengo, voy a hablar con ese chico.
    
    Alex la vio acercarse a Diego y entablar conversación. Ella reía, buena señal. Él se mantenía rígido, distante y respetuoso, muy en su papel. Muy profesional, que diría Manquiña en Airbag. Al final le arrancó una sonrisa. El cuerpo envarado se relajó y cosa inédita, Diego se permitió unos minutos de dialogo amable y despreocupado, aunque dijeron mucho más las miradas que su chica y él se lanzaron al despedirse, que todas las palabras pronunciadas o no esa noche.
    
    - Pues sí, igual puede funcionar – se dijo Alex.
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