Las fantasías de un hijo con su madre XX - Relatos Eróticos

Las fantasías de un hijo con su madre XX

... madre delante de los estúpidos de sus amigos, esos que no paraban de decirle guarradas sobre ella, de lo que le harían. Se lo pasaría en grande. La futura víctima de su lujuria se mostraba deseosa y por eso nada más parar el coche se lanzó a besarle con ardor.

Manuel: Quiero dejarte claro que me voy a follar a mi madre delante de los estúpidos de mis "amigos", a los que les gaste esa broma, por decir guarradas de ti - confesó - Aprovechando que no te reconocerán.

Raquel: Está bien - dijo más morbosa al saber la historia.

Manuel: A partir de ahora eres la abogada de la familia, que eres mi esclava sexual, mi sumisa, pero para que no te reconozcan te he puesto el pasamontañas - dijo serio - Compórtate y disfrutarás, de lo contrario, dejare que participen - avisó.

Raquel: Mi amo no tendrá queja - dijo sumisa y morbosa.

Su cara reflejó su satisfacción al escuchar a su madre. Ella estaba ruborizada pero deseosa de lo que le esperaba. La irrupción de sus areolas le al muchacho de lo que, aunque no quería que nadie fuera de la casa la viera sexualmente, estaba deseando sentirse usada por su retoño como una vulgar puta frente a extraños. Le miró coqueta.

Raquel: ¿Desea mi amo probar las ubres de su vaca antes de usarla? - dijo poniéndoselas frente a su cara.

Dudó, pero creyendo que era el momento, lo hizo. Raquel gimió y acarició la cabeza a su retoño, incitándole a seguir. Manuel le lamió y mordió sus pezones, con cariño y deseo, pero para desgracia de Raquel, paró enseguida. Raquel se frustró y calentó a partes iguales. Manuel posó su mano sobre las suyas. Raquel cerró las puertas con seguro y bajó un poco las ventanillas. Le brillaban los ojos. De repente, varios adolescentes se acercaron al coche recién comprado de sus padres, un monovolumen. Le hizo una seña a su madre, confirmando que eran ellos.

Manuel: Empieza el espectáculo - dijo divertido y morboso - Mastúrbate para caldear el ambiente - le ordenó.

Raquel, sonriendo morbosa, obedeció y desnudándose, empezó a pasarse sus dedos por su húmeda entrepierna y tocarse los pechos con sensualidad, gimiendo de deseo. Manuel la miraba satisfecho por su reacción. Los chavales se acercaron al coche, guiándose por los aspavientos con el brazo de Manuel.

Iñigo: Bueno, aquí estamos, ¿qué es eso que querías mostrarnos? - dijo aún sin fijarse en el asiento del conductor.

Manuel: Sólo mira bien, palurdo, lo tienes delante - dijo señalando con una sonrisa orgullosa y morbosa a su madre desnuda, masturbándose.

Héctor: ¿De dónde coño has sacado a esa puta? - dijo sorprendido, llevando su mano a su entrepierna.

Manuel: En primer lugar, bocazas, cuida esa lengua o te la hago tragar - le amenazó - En segundo lugar, esta macizorra de aquí, es mi chochete - dijo acariciando su pierna.

Julián: ¿Estás de coña? - dijo incrédulo - Ni en mil vidas podrías tener a este mujerón para ti solo, es demasiada mujer para ti - se burló.

Manuel: Para tu información, está muy satisfecha ...