1. Traicion o no


    Fecha: 25/06/2019, Categorías: Confesiones Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... algo más velludo, pero bien recortado. Marta la condujo a una silla donde ató sus muñecas con dos muñequeras de acero y sus tobillos igual con lo que quedaba completamente inmovilizada ya que su cuello quedaba atrapado con un gran collar de acero.
    
    Marta metió una bala vibradora en el bote de lubricante y lo introdujo en la vagina de Julia que al estar sentada no se salía y el mando se lo dio a Ana. Ana se retiró un rato para seguido volver vestida con un precioso corsé negro y unos pantalones de cuero negro pegados a sus piernas. Asimismo, llevaba unos zapatos de tacones, unos tacones metálicos muy finos.
    
    El mando le molestaba a Ana con lo que tocó una campanilla y de repente se abrió la puerta. Marta estaba ya inmovilizada con todos los electrodos puestos y cuando vió entrar a la persona que entró se le puso una cara mezcla de miedo y excitación salvaje. Por lo que vió Julia era un hombre de aproximadamente 1,90 musculado a tope y con una polla que abultaba los pantalones de manera brutal. Él recogió el mando y se acercó a Julia.
    
    Ana cogió una barra violeta y se la acercaba a Marta a los pezones y a varias partes de su cuerpo jugando con ello para luego colocar unas pinzas de automóvil y encender el TENS. Las colocó en los dos pezones. Julia pronto entendió el por qué de la colocación de la silla de Marta en el sumidero, porque cuando llevaban diez minutos y tras darle Ana varias veces a beber agua Marta empezó a orinarse encima. En la silla estaba completamente desnuda. Cuando Ana acercaba la barra violeta al clítoris la sumisa gemía.
    
    En el otro lado el hombre se había sacado la polla de los pantalones y se la había metido a Julia en la boca hasta el fondo de la garganta. Julia se la empezó a mamar ó más bien adaptar su boca a las embestidas del Amo. Ahora Ana dejó descansar a Marta soltándola y volvió a llamar por teléfono a alguien y apareció un sumiso, sin vello en todo el cuerpo, fibrado, pero sin muscular demasiado, más bien un tirillas con un bonito culo. Entonces el Amo se dirigió a él y la llevó a una mesa donde empujó su cabeza contra la mesa. Inmovilizó al chico de muñecas y tobillos. Luego se situó detrás y lo fue penetrando lentamente pero sin compasión. Julia fue soltada por Marta que la besaba y acariciaba mientras observaban el espectáculo. Marta se volvió a vestir pero en seguida vino Ana que la llevó al centro de la sala y cogió con una vara unas argollas que colgaban del techo y ató las manos de la chica y las elevó hasta que Marta se quedó completamente de puntillas. Escogió una fusta, una vara, una caña, un flogger y un látigo largo. Comenzó separándose y con el látigo largo muy lentamente fue azotando las nalgas de la chica que no podía chillar porque tenía un bocado en la boca. Luego fue dando cinco azotes con cada instrumento hasta que estuvo bien roja.
    
    Ana entonces la liberó y la inmovilizó a una mesa igual que estaba el chico. En el otro lado el Amo acariciaba la polla del chico mientras lo follaba hasta ...
«12...4567»