1. Traicion o no


    Fecha: 25/06/2019, Categorías: Confesiones Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... intentaría follarsela y el camino lo había iniciado adecuadamente. Fue detrás de ella y la alcanzó en el portal. La volvió a besar al entrar donde nadie les podía ver pero ella le pidió que allí no. No quería arriesgar y ser pillada por los vecinos.
    
    Entraron en el ascensor. Allí ella le preguntó a que planta. Lo hizo como con recochineo y él dijo que a la quinta y como ella iba a la tercera marcó ésta que era la más cercana. Justo cuando se giró para apretar el botón él se acercó a ella y mordió su cuello en la unión con su hombro. El lugar, absolutamente discreto. La hora y su atracción hizo que ella bajase todas sus defensas y se dejase hacer correspondiendo con la mano buscando la polla por encima de los pantalones de él para hacerle ver que estaba dispuesta a ser follada. El con su cuerpo la empujó contra la pared, con certeros movimientos abrió su blusa y acarició sus pechos para seguido apretarlos como si fueran dos trofeos. Seguidó con una mano separó la cintura de los pantalones de su piel y metió esta buscando su húmedo coño para acariciar su palpitante y caliente tesoro.
    
    Se besaban apasionadamente. Cuando Antonio creyó tenerla absolutamente dispuesta bajó sus pantalones de un solo golpe, casi los rompe, separó el tangay se acercó. Ella notó la recia verga, no muy larga pero si bastante gruesa, cerca de su culo, pensó que ésta se desviaría hacia abajo para buscar su vulva pero, al contrario quiso entrar en su puerta trasera.
    
    Con esa herramienta me vas a romper, ten cuidado por favor..--- Pidió encarecidamente la chica.
    
    Antonio con su dedo la pidió que se callase y selló éste silencio con un apasionado beso. Con cuidado empujó y éste pequeño pero convencido empujón hizo que el glande como una gran cereza entrase en su culo para quedarse allí. Luego siguió masturbándola hasta que Julia no pensaba ya lo que tenía dentro de su ano y Antonio aprovechó para levantar los brazos sujetándola las manos por encima de la cabeza y con un perfecto movimiento pélvico terminar de penetrarla.
    
    La apariencia de ella, de niña bien, recatada, ahora parecía tras el estremecedor gemido y grito ahogado en la mano de su enculador desdibujada y rota por la mezcla de dolor y placer. Completamente entregada a su empalador particular dejó que él siguiera masturbándola y sodomizandola hasta que sin casi darse cuenta estalló en un orgasmo que fue primero como una rápida subida a la cima para luego un pseudo desmayo en los brazos de su amante. Antonio no aguantó más y eyaculó tras sacarla y correrse sobre las nalgas de la chica cayendo parte en el tanga y pantalón de Julia.
    
    Se vistió por si algún vecino pedía el ascensor lo mismo que Antonio. Fueron a casa del hombre donde se ducharon juntos y quedaron en seguir hablando para volver a follar. Pero Julia cometió un pequeño error y consistió en dejarse un anillo en el baño cuando se lavó las manos.
    
    Llamaron a la puerta. Julia se había ido hacia dos horas y Antonio había aprovechado para dar una ...
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