1. La Doncella (II): El Pozo Negro


    Fecha: 25/06/2019, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Baron Ashler, Fuente: TodoRelatos

    ... completamente desnuda… El herrero se acerca con otro par de grilletes, más pequeños, la cadena entre ellos es todavía más corta. Me obligan a levantarme. No sé si tapar el pecho o la entrepierna. No creo que me sirva ninguna de las dos cosas. Abro las piernas, quiero comprobar cuánta libertad he perdido. No puedo separarlas mucho. Como un pie y medio..
    
    Del centro de la cadena inferior, parte otra cadena más larga. El soldado se agacha y la coge. Llega hasta mi ombligo y termina en una argolla redonda. El herrero pasa los grilletes pequeños por el hueco. Como me temía, agarra mi mano fuertemente y coloca el primero en mi muñeca. Ahora lo cierra con un perno giratorio, un tornillo. Lo aprieta con fuerza con una herramienta.
    
    Coge el otro grillete… No necesita sujetarme la mano, yo misma se la ofrezco. Comprendo que si me resisto va a ser peor. Cierra el grillete de la misma manera.
    
    Los de manos los cerramos con tornillo -dice Ramona-. Estos se pueden quitar más fácilmente. Si lo hacemos, no te alegres, será para ponerte en un cepo o algo peor.
    
    Han terminado… Sólo tres eslabones separan mis manos. Unas cinco pulgadas…
    
    Ramona rebusca por los cajones. Hay uno lleno de telas sucias. Saca unas tiras de tela que un día fueron blancas y ahora no son más que jirones mugrientos. Seguramente sábanas viejas cortadas.
    
    Con esa tela me tapa el coño… Ha hecho un nudo sobre él como el de un cristo crucificado. Con otro trozo me venda las tetas…
    
    No digas que te obligamos a estar desnuda…
    
    Al terminar agarra el eslabón central entre mis manos y tira sin piedad. La tengo que seguir. Me duele, me cuesta andar.
    
    Me lleva a uno de los lugares cubiertos. El tejado es un toldo tan bajo que me tengo que agachar para entrar. No hay paredes, solo estacas sosteniendo la tela. Me empuja sin piedad, caigo hacia adelante, ella lo remata con una patada en mis espalda.
    
    Me arrastro por el suelo… es puro barro. El olor es nauseabundo. Arrastrándome, intento salir al aire libre. El guardia que acompañaba a Ramona me lo impide. Me amenaza con su porra de madera.
    
    Ni se te ocurra salir de ahí si no te lo ordenan.
    
    ***********************************
    
    Ruedo sobre mi misma en el suelo. Escapo hacia adentro de aquel infecto recinto. Me doblo sobre mí misma en posición fetal. Cierro los ojos… lloro… ¿Cómo ha podido pasarme esto?, ¿Por qué me tratan como a una criminal? Ya lo sé: lo hacen porque lo ha ordenado la reina. No se han cuestionado nada, ¿Cómo lo van a hacer?
    
    Desde pequeña he visto como se trataba a los ladrones. Los azotaban en el patio del castillo o en la plaza del burgo. A veces, se los llevaban maniatados o con el cuello y las muñecas sujetas a un yugo de madera en dirección desconocida. Tal vez hacia aquí… Otras veces he visto como los ahorcaban. La reina no puede hacerme eso, la gente se haría demasiadas preguntas. Simplemente, me ha hecho desaparecer. No incordiaré más a su hijo, ella se apropiará de mis tierras y yo moriré aquí, en ...
«1234...9»