Siempre se encuentra al indicado - Relatos Eróticos

Siempre se encuentra al indicado

... sintiéndolo en mi útero y apretándolo con mi vagina. De inmediato lo sacó y me dijo que si se quedaba así se correría. Me dijo que me pusiera en cuatro y me penetró de nuevo y comenzó a moverse suave y yo a sentirme en la gloria, cogida de las caderas y sintiendo inmenso placer de mujer follada, estaba cerca mi otra corrida y me dijo que se correría con lo cual todo se aceleró y nos corrimos juntos, el casi bramando como un toro y yo gritando de placer. Quedó sobre mi y despacio se fue rodando a mi lado y me abrazó y besó con ternura. Recostada mi cara en su pecho me sentía feliz, pero sentía que quería mas y recordé la canción de Sabina “y nos dieron las 10 y las 11 y las doce…..y desnudos al anochecer nos encontró la luna”. Me acariciaba la espalda y de repente sentí que se había dormido y mi vagina seguía latiendo de deseo. Me levanté y fui al baño a ducharme. Me senté en la silla de la habitación y le miraba durmiendo como un bebé. Y pensé que si así serían todas las relaciones sexuales. Que si yo sería una ninfómana y Roberto y Raúl eran normales. Pero que, si yo era anormal, requería de un anormal como había leído que habían hombres que duraban mucho y querían follar a diario. Me acosté a su lado y no sintió mi presencia. No podía dormirme, me toqué abajo y tuve un nuevo orgasmo y aunque gemí mucho, Raúl ni se enteró. Me dormí y a las 6 me desperté y él abrió los ojos. Me dio un piquito y fue directo al baño. De regreso me abrazó y besó en la boca y tocó mi chichi, que de inmediato respondió mojándose más. Toque su polla y ya estaba un poco dura, baje mi boca y se la mamé hasta que se puso como una roca y él colocándose arriba de mi, me volvió a ensartar y a dame con fuerza, lo que me encantaba y aceleró un orgasmo grande, le dije que no parara que quería correrme de nuevo, siguió y explotó dentro de mi sin que yo hubiese llegado al orgasmo. Se quedó arriba de mi y me preguntó que si me había corrido y le mentí diciendo que si. Me dijo, pues durmamos otro rato y luego desayunamos. En ese momento se clarificaron mis dudas y me dije que Raúl no era mi pareja ideal, que si así era ahora, en poco tiempo la frecuencia sexual sería muy baja. Se durmió y yo fui a la cocina a hacer un café y a preparar un desayuno para los dos.

Desayunamos juntos y con poca plática, yo estaba muy callada y él intentaba sacar conversación y yo le respondía escuetamente. Me dijo de ir a misa a las 12 y luego a comer. Acepté, pero en mi interior estaba clara que dejaría de salir con él. Durante el aperitivo llamó mi padre a decirme que si quería comer con ellos y le dije de inmediato que si. Se lo comuniqué y ante su protesta, le argumenté que tenía tiempo si verlos y me apetecía estar con ellos. Me replicó que porque no le llevaba a mi comida. Le respondí que él aun no era un novio formal y no era conveniente llevar a alguien tan rápido después de la ruptura con Roberto. Lo sentí enojado y eso afirmaba mi decisión de no seguir con él. Quería tener otros argumentos ...