1. La venganza a una infidelidad. Parte 1


    Fecha: 20/03/2019, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Gneas10, Fuente: TodoRelatos

    ... sin vacilar. Adora mi polla. Si fuera de verdad seguro que estaría a punto de hacer que me corriera. No puedo evitar soltar algún gemido por el puro mrorbo que me causa. Entra y sale de su boca sin cesar, disfrutando del proceso.
    
    -Muy bien, para -le da un último lametón y la suelta-. Por lo que puedo ver se te da muy buen chuparla, te gusta ¿verdad?
    
    -Mucho, ama.
    
    Camino sobre la cama, me agacho y tomo mis últimos juguetes.
    
    -Manos a la espalda.
    
    Las junta detrás y las atrapo con unas esposas. Vuelvo delante suya, me agacho y desde arriba le bajo por la cabeza una mordaza con una bola roja con agujeritos para que pueda respirar. bien No duda ante nada, al revés, me mira con absoluta devoción. Se ha tomado a pecho eso de que es mi zorra, y no puede encantarme más. Por último, le pongo un antifaz negro.
    
    -Preciosa. Eres una esclava sexual perfecta.
    
    Lamo sus labios mientras que un poco de saliva empieza a brotar de la bola-mordaza. Su pecho se hincha ante la rápida respiración. Tiro de la cadena de las pinzas de los pezones, causándole un gemido que se ahoga en la mordaza. Apoyo su cabeza con suavidad en la cama, con su culo en pompa y haciendo que mire hacia un lado. Más fotos. Es una obra de arte. Acaricio con un dedo su espalda. Vuelvo a azotarla. Recorro la planta de sus pies con la yema de mi dedo índice. Le tiemplan las piernas. Paso la lengua de sus dedos al talón en cada uno de sus pies. Vuelve a intentar gemir. Subo y lamo lentamente su coño de abajo arriba, que sigue empapado. Otro azote. Sus nalgas tienen un tono rojo de lo más excitante. Me coloco detrás, sitúo mi dildo en la entrada de su vagina, introduzco la punta y, de golpe, el resto. Estrello mi pelvis contra su culo. Grita tanto que incluso a la mordaza le cuesta sostener su gemido. Empiezo a penetrarla, despacio, agarrandome a sus caderas y disfrutando de las vistas. Tras un rato subo la intensidad, más velocidad y más fuerza. Sus gemidos provocan los míos, no puedo evitarlo, la excitación me supera.
    
    -Te gusta, ¿verdad? Querías que te follaran a cuatro como una perra y eso hago.
    
    Agarro la cola del plug y tiro levemente de ella. Gemidos más altos si es que es posible. Tiene que estar a punto de romperse las cuerdas vocales. Tiro del plug hasta sacarlo. Retomo el bote de lubricante y lleno uno de mis dedos de él.
    
    -Has venido también con ese plug para que te follen el culo, así que allá vamos.
    
    Introduzco un dedo con suma facilidad, como si lo succionara. Vuelve a gritar con fuerza. Parece que intenta hablar, pero apenas puede articular palabra. Meto y saco el dedo al ritmo que mi dildo entra y sale de su vagina. Dibujo también leves círculos dentro de su culo. Sus manos a su espalda se agarran entre ellas y arañan su cuerpo como manifestación de placer. Saco el dedo, echo lubricante de nuevo aunque esta vez en dos, y los introduzco. Entran sin problema. No sé el tiempo que paso follándola el culo y el coño, pero lo disfruto como pocas veces he disfrutado ...
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