1. La historia de Ángel, solo era un muchacho (10)


    Fecha: 19/06/2019, Categorías: Gays Autor: Albany, Fuente: CuentoRelatos

    ... para tomar aire.
    
    Me hubiera metido media verga si Pablo no se la estuviera sujetando.
    
    -¿Vas bien? -se le notaba la preocupación en la voz.
    
    -Sí vale. -no podía decirle que tenía el culo increíblemente estirado y que pensaba que me lo iba a rasgar si seguía entrando, pero Yasín estuvo unos segundo esperando a que mi culo se acostumbrara al tamaño de su polla, haciendo pequeños movimientos de fricción estimulándome el músculo anal. El chico sabía lo que se hacía y tenía que haber abierto muchos culos con su tremenda herramienta.
    
    Luego siguió empujando, entrando y y saliendo pero más de lo primero, hasta que afianzo la mitad de la polla en mi culo, entonces Pablo le dejó que fuera él quien quien decidiera y terminara de meterla entera, hubo un momento, hacia el final del trayecto por el recto donde sentí un ligero dolor, también parecía saber que eso sucedería, se detuvo y con pequeños piquetes se fue abriendo camino hasta sentir sus testículos que golpeaban los míos.
    
    ¡Dios mío! Había conseguido meterme toda su polla y conseguir que me sintiera reventado por dentro, se apoyó en mi espalda para descansar y me susurró al oído.
    
    -Ya te tengo, eres mío. -su forma tan sensual de decírmelo hizo que me estremeciera y que se me encogiera el culo apretándole la verga.
    
    Tarde un par de minutos en domina aquel monstruo dejándole su lugar en mis tripas, la presión fue cediendo. Comenzó a salir de mi muy lento, solamente sacaba unos centímetros volviendo a penetrarme seguido, y así cada vez más fuerte produciéndome un agradable cosquilleo en el fondo, donde el glande golpeaba al meterse y encontrar un tope. Centrado en lo que sentía había olvidado el entorno, Óliver continuaba masturbando a Eduardo y por la excitación de verme cogido por Yasin, se le había endurecido la polla, no mucho, pero si lo suficiente para que Óliver pudiera sujetársela con la mano y terminar de hacerle la paja, los demás no me interesaban, solamente Pablo que apoyaba la mano en la mía, agarrotada sujetando la sábana.
    
    El placer que la verga de Yasin me producía tenía difícil explicación, era placer mezclado con dolor, era emoción y temor, y sobre todo era sentir la verga de un poderoso macho joven que sabía follar mejor que uno mayor.
    
    Ya gemía a cada embestida que me daba, y loco de deseo le pedía más verga, y él tiraba de mis hombros doblándome la columna a su antojo para que mi culo se abriera para recibirle la polla y envolvérsela con mi ano codicioso de tenerla.
    
    -¡Me voy Yasín, me voy a correr!
    
    -Hazlo no me esperes. -Pablo me agarró el glande con la mano húmeda, y exploté en ella al instante, iba a desplomarme abatido, herido de muerte, sin poderme sujetar con las rodillas temblando, pero Yasín me tenía bien agarrado con las manos, y con su vergón afincado y bien metido en lo más profundo de mi culo comenzó a verterse, y dejarme las tripas tan llenas, que salía a la fuerza por mi ano al no poder contener tanto semen.
    
    Seguira… 
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