1. PIEL CANELA: Vino, sexo y lujuria.


    Fecha: 17/06/2019, Categorías: Gays Autor: Mateo, Fuente: SexoSinTabues30

    ... abría y sonreía a carcajadas, al igual que su ‘’padrastro’’.
    
    Raúl los observaba desde una esquina de la cocina, al lado de la estufa, y sonreía al verlos como se divertían; incluso notaba como Mateo era más atento y cariñoso con Camila de lo que era Mariela, la madre de la niña.
    
    Mientras Mateo le daba de comer a Camila, Raúl se alistaba para llevarla al colegio. Una vez que estuvieron listos, salieron de la hacienda en una de las camionetas que eran de uso de los empleados.
    
    Mateo, por otro lado, se daba un baño en su cuarto y se alistaba para cuando el camión del matadero llegara a recoger el ganado engordado.
    
    Mientras tanto Pablo, aún en su cuarto, daba vueltas en su cama, casi no pudo dormir en toda la noche debido a la discusión que sostuvo con Mateo. Magnolia, al sentirlo moverse a su lado, giró para intentar abrazarlo y besarle el cuello como siempre hacía cuando dormían juntos.
    
    El humor de Pablo era muy amargo, por lo que de manera brusca separó de su pecho las manos de novia.
    
    —¡Eh, joder que no estoy de humor!. —decía él, en tono molesto.
    
    —¿Pero qué os pasa?. —preguntaba Magnolia—. Tú siempre andas cachondo y desde anoche te siento raro.
    
    —¡No me pasa nada!. —respondió el otro, muy serio y con la mirada fija en el techo.
    
    —Bueno, si no os pasa nada, dejadme seguir con lo que estaba haciendo. —decía Magnolia, volviendo a besar el cuello de Pablo, bajando su mano hasta el pene de éste.
    
    —¡QUE NO ESTOY DE HUMOR, COÑO!. —Gritó el moreno, volviendo su mirada enfurecida hacia su novia.
    
    Pablo se levantó muy enfadado de la cama, dejando a Magnolia asustada y confundida, se metió al baño azotando la puerta con brusquedad y resoplaba como un toro embravecido mirándose al espejo.
    
    Mateo salió de su cuarto, se había vestido igual que todos los días con ropa deportiva, ya que era la más cómoda para trabajar. Llevaba en las manos unos papeles y se encaminó hacia los corrales.
    
    —Buenos días señores. —saludó a los vaqueros.
    
    —Buenos días doctor. —le contestaron el saludo.
    
    Unos segundos después, Raúl se asomó por los corrales, se había dado prisa en dejar a Camilita en el colegio para llegar a tiempo, antes que el camión.
    
    —Buenos días. —saludó el vaquero a sus compañeros.
    
    —Rauliiiitooooo. Buenos días. —le saludaron los demás vaqueros.
    
    —El camión del matadero no demora en llegar. Cuando regresaba de dejar a mi hijita en el colegio, vi por el retrovisor que venía detrás de mí. —volvió a decir Raúl.
    
    Un par de minutos después, el camión sonó asomándose por la entrada de la hacienda, llegó hasta los corrales y se estacionó de manera que quedara al nivel de la rampa de embarque, para que los animales pudieran entrar sin problemas.
    
    —Buenas, buenas. —saludaron el chofer y sus ayudantes a Mateo y los vaqueros.
    
    —Hola, buen día. —correspondió el veterinario al saludo—. Los animales ya están listos para meterlos al camión, —continuó hablando, mientras le daba la mano al camionero.
    
    —Bacán. Entonces metámoslos ...
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