1. PIEL CANELA: Vino, sexo y lujuria.


    Fecha: 17/06/2019, Categorías: Gays Autor: Mateo, Fuente: SexoSinTabues30

    ... chocolate’’.
    
    Unos minutos después volvió a llegar otro mensaje de Raúl, indicándole que le agradaba la idea.
    
    Ya entrada la noche, cerca de las ocho, Mateo fue hacia la cocina y sacó del refrigerador un envase de fresas bañadas en chocolate, de esas que a él tanto le gustaban. Metió las fresas en una bolsa junto a un par de copas y luego fue hasta la cava de vinos, de ahí seleccionó uno ideal para una noche romántica. Metió el vino en otra bolsa y se dispuso a salir de la casa grande en dirección de la cabaña de Raúl.
    
    Al pasar por el jardín se topó con Pablo; éste, muy curioso le preguntó, casi increpándole, hacia donde se dirigía a esa hora.
    
    —Que te interesa saber a dónde voy. —dijo Mateo.
    
    —Ah, seguro has de ir a meterte de nuevo al establo con ese gilipollas. —retó Pablo.
    
    —¿Y si así fuera, qué?. No tengo por qué darte explicaciones de lo que hago.
    
    —¡Vamos, tío!. Haces esto solo para provocarme celos.
    
    —¿Celos?, ¡por favor!. Madura Pablo, —se rió Mateo con ironía—. ¿Qué te hace creer que eres tan importante?.
    
    —Hey, no tenéis que fingir, chaval. Yo estoy dispuesto a perdonarte por haberte follado a ese apestoso, con la condición que volvamos a estar como antes. ¿Qué dices?.
    
    —¿Quieres saber qué digo?. Digo…. que te vayas…. a la MIERDAAA. —habló Mateo, muy cerca del oído de Pablo con una voz susurrante, y luego dio un par de pasos más.
    
    —Vale, vale. Que yo te lo advertí, eh. No os arrepientas al final.
    
    —Me arrepiento de haberte follado.
    
    —¡Mucho cuidado, cabrón!. Que me he dado cuenta de que los accidentes por aquí suceden muy a menudo.
    
    —Si le tocas un solo pelo a Raúl…. ¡TE MATO…. POR DIOS QUE TE MATO!
    
    Mateo continuo caminando, le molestaba la actitud tan prepotente de Pablo, pero no permitiría que eso le dañe la noche; así que se apresuró y llegó hasta la cabaña de su vaquero favorito, tocó la puerta e inmediatamente Camilita le abrió.
    
    —Hola pequeña. —saludó Mateo a la niña.
    
    —Holaaaaaaaaaa. —respondió Camila al saludo, con una alegre sonrisa.
    
    —Hey, pasa hombre. —dijo Raúl, invitando a Mateo a pasar.
    
    Mateo cargó a la pequeña en brazos, le dio un besito en la mejilla y entró a la cabaña, pasó hasta la cocina y dejó las bolsas sobre la mesa.
    
    —Mi amor, ya es hora de ir a dormir, —volvió a decir el vaquero, dirigiéndose a Camilita.
    
    —Si papi. —la pequeña besó la mejilla de Mateo, se despidió de él y luego se estiró para ser cargada por su papá, quien la llevó hasta su cuarto, la arropó e inmediatamente después se quedó dormida.
    
    Raúl salió de la habitación de Camila, caminó hasta la sala y se sentó junto a Mateo, quien lo abrazó y le dio un romántico beso en la frente, para luego besarlo apasionadamente en los labios.
    
    —Vamos a mi habitación, —dijo el vaquero, jalando de la mano a Mateo.
    
    —Ve, ya te alcanzo, —dijo éste, dándole una nalgada a Raúl, y caminando hasta la cocina para llevar a la habitación el vino, las copas y las fresas.
    
    Apenas entró al cuarto del vaquero, éste ya estaba ...
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