1. PIEL CANELA: Vino, sexo y lujuria.


    Fecha: 17/06/2019, Categorías: Gays Autor: Mateo, Fuente: SexoSinTabues30

    Raúl llegó muy nervioso a la hacienda. El momento del cual acababa de ser testigo lo había dejado en un estado mental muy caótico. Su cuerpo ardía por el deseo de ser preñado por Mateo.
    
    Apenas se estacionó, aún sin bajarse de la camioneta, sacó su celular y le envió un mensaje a su hombre.
    
    ‘’Hola. Oye, ¿crees que podamos pasar la noche juntos, en mi cabaña?’’.
    
    No obtuvo una respuesta de inmediato, por lo que guardó su celular y fue a buscar al caporal, ya que mientras estaba por la ciudad, éste le habló para que sin falta a partir de las cinco de la tarde se alistara, porque tenían que hacer lo que Mateo había encargado.
    
    Entró al establo, encontrándose con el resto de los vaqueros a quienes saludó amistosamente, y ensilló un caballo distinto al que solía montar; ya que, el Moro aún no estaba listo para ser montado de nuevo.
    
    Estando todos listos, partieron a los potreros y arrearon el ganado bravo que estaba en engorde, conduciéndole hasta la hacienda y metiéndolo al corral. El caporal verificó que todos los animales de la lista que le dio Mateo estuvieran ahí.
    
    Pablo los observaba desde la ventana de su cuarto, principalmente a Raúl, a quien ya le había llegado a tener mucho odio por ser el nuevo interés amoroso de Mateo; en el fondo, el moreno lo único que sentía era una mezcla de impotencia y celos, puesto que había llegado a sentirse el controlador del veterinario, y ahora, todo eso se había acabado.
    
    —¿Qué haces?, —preguntaba Magnolia, desnuda y recostada sobre la cama de Pablo.
    
    —Nada, solo miraba a la intemperie, —respondió el moreno, sin despegar la mirada puesta, a lo lejos, en Raúl.
    
    —Regresa a la cama. Mira que yo aún quiero jugar un poco más. —le invitó Magnolia, con ansias de continuar follando.
    
    Pablo se apartó de la ventana y caminó hasta la cama. Abrió las piernas de su novia y le enterró la lengua en aquella delicada vagina, lamiéndole los labios vaginales y succionándole el clítoris, mientras que su verga empezaba a empalmarse, y Magnolia se tocaba los pechos, gimiendo completamente excitada.
    
    A pesar de que Pablo era pasivo, sabía cómo darle placer a una mujer, aunque siempre le pedía a su novia que le lamiera el ano, para lograr excitarse más y no quedarle mal a la hora del sexo. Sin embargo, a pesar de que fuera un buen amante y disfrutara follar con una mujer, el placer que sentía al hacerlo no se comparaba con el que recibía al ser penetrado por algún hombre, en especial por Mateo; y para su desdicha, eso ya no pasaba desde hace ya varios días que Magnolia llegó a la hacienda.
    
    Mateo estaba en el despacho de su papá, revisando algunos papeles, se dio cuenta que su celular estaba sin batería y lo puso a cargar. Apenas lo conectó al cargador y prendió, vio que tenía un mensaje sin leer; lo abrió y una sonrisa iluminó su rostro, inmediatamente respondió al mensaje de Raúl.
    
    ‘’Por supuesto, mi vaquero hermoso. Te veo después de cenar. Llevo una botella de vino y un poco de fresas con ...
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