1. PIEL CANELA: Vino, sexo y lujuria.


    Fecha: 17/06/2019, Categorías: Gays Autor: Mateo, Fuente: SexoSinTabues30

    ... únicamente en bóxer sobre la cama; Mateo le puso seguro a la puerta y luego se desnudó completamente, sirvió un poco de vino en cada copa y le pasó una de éstas a Raúl. Chocaron las copas brindando y bebiendo pequeños tragos, a la vez que comían las fresas cubiertas de chocolate, una mitad cada uno de cada fresa; por momentos, Mateo se colocaba la frutilla en la boca y la acercaba a los labios de Raúl, para que éste la mordiera y la compartieran dándose un beso, mezclando así los sabores del vino y las fresas en sus bocas, a la misma vez que se batían en un caliente y lujurioso choque de sus labios.
    
    El veterinario rosaba con la yema de sus dedos el pecho de Raúl, pasando por sus pezones y bajando hasta su abdomen, acariciando con el tacto los finos detalles de su anatomía tan excitante, provocando que la piel de su amante se erizara y deseara ser tocado cada vez más.
    
    Raúl gemía suavemente ante las caricias de su hombre; cada centímetro de su piel, desde la planta de los pies hasta su cara, ansiaba ser recorrida por las manos y labios de ese macho latino llamado Mateo, quien poco a poco iba dejando besos y chorros de vino, los cuales embebía lamiendo por donde el licor corría: su cuello, su pecho, la espalda, la pelvis. Todo el cuerpo de Raúl fue tocado por el vino y los besos de Mateo.
    
    Poco a poco, un trago tras otro, la botella se fue acabando. El veterinario quitó de un tirón el bóxer de su amante, quien arqueaba su cuerpo deseando ser tomado por ese varón.
    
    El sexo oral no se hizo esperar, ambos deseaban saborear en sus bocas la sensación de lamer o chupar una parte de la anatomía del otro, fusionándose así en un magnífico 69, en el que Raúl engullía en su boca el macizo y duro pene de Mateo, mientras que éste lamía el esfínter anal de su vaquero, que se dilataba y contraía por el juego previo que estaban viviendo.
    
    Ambos hombres morían por gemir furiosamente producto del placer que recibían mutuamente, pero eran conscientes de que en la otra habitación estaba la pequeña Camila, por lo que debían ahogar su expresión vocal respirando con mayor fuerza.
    
    Poco a poco, los dos se sentían volando en las nubes debido al deleite en el que se habían sumergido. Luego, cambiaron de postura para estar más acorde a lo que querían hacer, el amor.
    
    Mateo se posicionó al lado de Raúl, quedando en pose de cucharita, sujetando con su mano la base de su pene que ardía de deseo por sentir la calidez del ano de su amado. Lento y pausado, fue introduciéndoselo hasta metérselo por completo en ese ano ardiente, su tronco duro como el acero, sintiendo en cada una de las fibras de su falo, el goce absoluto de hacer suyo a aquel hombre.
    
    Con suaves movimientos de cadera y tapándole la boca para que no gritara muy fuerte, Mateo empezó a follarse a Raúl, pegando su cuerpo al de su vaquero, besándole el cuello y la cara mientras lo taladraba con su pene.
    
    Raúl abría sus nalgas para darle más espacio al pene de su amante para que este entrara por ...
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