1. Mi irreconocible esposa


    Fecha: 15/06/2019, Categorías: Confesiones Autor: Eric, Fuente: TodoRelatos

    ... patas y comenzó a follarla de forma tan brutal que yo no sabía si los gritos eran de placer o de dolor.
    
    Empujó su cabeza al sofá cargando su peso sobre ella y evitando que los gritos despertasen al vecindario entero. Entonces sacó su polla empapada de los líquidos de mi mujer y apunto con ella a su culo. Mi mujer volvió a pedirle que por favor se la metiese y poco a poco su culo fue tragando toda aquella tranca de forma increíble.
    
    Cuando Carlos se cansó, mi mujer parecía que estaba en éxtasis y con su cara completamente roja de correrse. Él se tumbó y le dijo que se subiera encima, a lo que ella respondió casi arrastrándose hasta sentarse sobre él y volver a meter su polla. Entonces él me preguntó a qué esperaba y fue cuando sin pensarlo se la ensarte por el culo mientras Carlos se la follaba. Fue el colmo para ella, que casi acaba desmayada tras correrse una última vez, mientras nosotros descargabamos dentro de ella.
    
    Nos levantamos y ella quedó tumbada casi sin sentido.
    
    Él fue a vestirse y cuando terminó, se acerco a mi y me dijo:
    
    - Has un hecho un gran trabajo calentandola así y forzando esta situación que estoy convencido de que es nueva para vosotros. Pero aún no has visto nada, yo te enseñaré cosas que creías imposibles en tu mujer y comprobarás sus límites. Prepárate.
    
    Se acercó a ella y dándole un beso en la frente le dijo:
    
    - Por hoy lo dejamos, ya que ha sido tu primera vez y es tarde. Ha estado bien pequeña zorrita, pero prepárate para la próxima vez, porque será irrepetible.
    
    Se levantó y me susurro al oido:
    
    - Con unas copas y una raya a escondidas de ti, ya te he demostrado quien es de verdad. Y tambien quien eres tu... nos vemos.
    
    Y se fue mientras yo seguía flipando con todo y parecía haber quedado mudo. Un torbellino de sensaciones me pasaba por la cabeza. No sabía si sentir celos, ira, alegría, tristeza, miedo, euforia...
    
    Estaba perdido y mi mujer, mi mujer dormida o desmayada tras el esfuerzo y el grado de alcohol que tenia. Nuestros liquidos comenzaban a salir de sus orificios y se mezclaban con su sudor. Estaba preciosa alli tirada con su cuerpo brillante y su pelo enredado. ¿Y ahora? Tenia que asimilar lo que habia sucedido... 
«12...4567»