1. Mi irreconocible esposa


    Fecha: 15/06/2019, Categorías: Confesiones Autor: Eric, Fuente: TodoRelatos

    ... comer su encharcado coño.
    
    - Para, para... ayy!! ¿Eres tonto? Nos va a... a... aagggg... nos va a pillar. ¡Para ya o me enfado!
    
    Entonces comienzo un mete saca brutal con un dedo en su coño y otro en su dilatado culo que pide más, mientras chupo su clitoris. Ella comienza a retorcerse y gemir como una posesa, momento que aprovecho para sentarme y traerla hacia mi haciendo que se siente de nuevo.
    
    - Estas loco cabron ¿eso es lo que quieres? ¡Follame! ¡Vamos follame!
    
    Y se mete mi polla de nuevo comenzando a cabalgar como una posesa.
    
    He de decir que pocas veces la habia visto así. Un par de veces a lo sumo había oído pedirme que la follase (con esas palabras)
    
    En ese momento la puerta se abre lentamente y veo aparecer a Carlos con cara de incredulidad. Yo le hago señas para que se acerque. Él cierra la puerta y en ese momento es cuando mi mujer se da cuenta de que ya no estamos sólos.
    
    Ella me mira una milésima de segundo y se echa encima de mi como escondiéndose mientras no deja de cabalgar.
    
    Yo ensalibo bien mi dedo y busco directamente su culo nuevamente haciendo que gima medio en silencio como con vergüenza.
    
    Carlos está de pie en el salón, frente a nosotros y comienza a cambiar su cara de incredulidad para poner una sonrisa cómplice. Con un gesto le digo que se acerque. Él comienza quitándose la cazadora y el Jersey que trae puesto.
    
    - ¿Será verdad lo que dicen de él? ¿Tu que crees? Creo que deberíamos de comprobar si de verdad tiene una polla tan grande. ¿Te la imaginas?
    
    Le susurro al oído pero lo suficientemente alto para que Carlos lo escuche.
    
    Entonces él se da cuenta y cogiendo su cinturón hace un gesto como para preguntar si se desnuda, a lo que contesto con la cabeza diciendo que si.
    
    Sujeto con las dos manos las tetas de mi mujer masajeandolas y haciendo que se incorpore un poco, pero ella sigue gimiendo con la cabeza hacia abajo encima de mi, y pide que apague la luz.
    
    Entonces veo como Carlos es el que la apaga dejando únicamente la luz de la entrada de la casa y se acerca desnudo. En ese momento mis ojos casi se salen. Lo que en un principio era una invención mía, se quedaba corta con la realidad. Un pollon de más de 20 cms se alzaba imponente en dirección a mi mujer mientras él mismo comenzaba a menearsela. Entonces mi mujer debió de ver mi cara. Nuestros ojos se fijaron, la cogí por el cuello obligándola a que se pusiese más recta y mi otra mano le acariciaba su cara y acababa introduciendo un par de dedos en su boca para que los chupase.
    
    Entonces Carlos sin mediar palabra se acercó por su espalda. Mi mujer abrió mucho los ojos, señal de que la polla de Carlos acaba de entrar en contacto con su espalda. Ella cerró los ojos y Carlos cogió sus tetas y comenzó a jugar con ellas mientras su lengua recorría la nuca y las orejas de mi mujer y mordía su cuello.
    
    Ella gemía aún más y en un segundo abrió los ojos para que viese una mirada de lujuria como nunca había visto.
    
    Mis mano fueron a sus caderas ...
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