Un paseo a la alberca - Relatos Eróticos

Un paseo a la alberca

... fije si había dejado un rastro de pis detrás suyo o no, me levante, agarre mi mochila me despedí del chofer y seguí a mi novia hacia el centro de visitantes.

Nuestros compañeros se estaban dirigiendo hacia los camerinos al otro lado de la piscina, mi novia entra al centro de visitantes, fui detrás de ella, en el recibidor estaba mi profesora y otras estudiantes más hablando con la recepcionista les pregunte si habían visto por donde se había ido la naty y me señalaron el pasillo, fui por ahí y la encontré en el baño de damas…

Ella no había llegado mucho antes, la escena era increíble estaba totalmente acalorada gimiendo todo lo que no había podido gemir en el autobús, tenía sus shorts en sus rodillas su coño abierto estaba totalmente rojo y mojado, sus fluidos chorreaban por sus piernas y por su culo ella intentaba sacarse el vibrador pero este estaba demasiado adentro y sus dedos resbalaban con sus propio jugos, cuando me vio corrió para cerrar la puerta

-¡carajo ayúdame de una vez!!-

La calle con un beso, ella en una combinación de enojo, excitación y profundo placer intentaba apartarse de mi pero su lengua luchaba con la mía como una serpiente hambrienta, baje mi mano hasta su vagina y la tape con mi palma mientras la frotaba violentamente, se empezó a correr entre mis dedos y gritaba mientras la besaba.

Hice que se arrodillare en el piso, rompí su calzón y lo olí, ¡dios!! Que olor más rico, aspire el arome durante unos preciosos segundos y luego se lo di para que ella lo oliera.

-muerde tu calzón, ¡no quiero que grites!!-

Ello lo hizo.

Me saque la verga y de una embestida la introduje en su culo, ella se estremeció, note que su culo estaba mojado y aprieto empecé a embestirla lo más duro que podía, no me importaba si le dolía, pase sus dedos por su coño el vibrador seguía funcionando y hacia que los labios de su vagina se abrieran, pude meter todo mi puño en su vagina, la pequeña nati había dejado su calzón en su nariz pero ya no podía gritar estaba tan cansada que solo se escuchaba un delgado gemido salir de su garganta, había lágrimas en sus ojos pero se notaba que estaba muriendo de placer mientras más fuerte le rompía el culo y mientras más movía mi puño en su vagina, movía mi verga en diferentes direcciones dentro de su culo quería que gozara lo más que pudiera, saque mi mano de su vagina y empecé a chupar mis dedos.

-aahhh tienes el coño más sudoroso y pegajoso del mundo me encanta-

Ella, con lo que le quedaba de voz me dijo

-si papi, dale a esta perra lo que quiere ¡dame! ¡dame! ¡dame!

La cambie de posición, la puse de lado y puse una de sus piernas sobre mi hombro vi que su pie estaba descalzo, su sandalia se había salido me lo acerque a la cara, siempre había amado el olor de sus pies, la suavidad de su empeine, el sabor de su planta, gracias a las sandalias que sus su pie olía exquisitamente, lo lamí por todos los rincones y mientras lo olía continúe con la faena en su culo dándole más y más ...