1. Violeta 5


    Fecha: 19/03/2019, Categorías: Incesto Autor: Gomarana, Fuente: SexoSinTabues30

    ... de sus muslos.
    
    – Tu… ya sabes, cuando te sentaste… lo sentí. Parecía que salía de tu…
    
    – Mmmmm, ya entiendo. ¿Te gustó ese calorcito mi amor?
    
    – Sí, mamá…
    
    – A mi también me gustó la reacción que tuviste al sentir mi calorcito.
    
    En ese momento puse mi mano en su entrepierna, ya tenía un pequeño bulto en el pantalón. Palpar con mi mano esa dura reacción, hizo que sintiera mi flujo deslizarse desde el fondo hasta la entrada de mi vagina. Mi corazón latía rápido y desde ahí, casi podía escuchar el de Noé. Estaba por cruzar ese umbral otra vez, sólo que ahora, no había nada ni nadie que nos impidiera llegar hasta el final. Frotando con una mano su pene por encima de la ropa le di un beso con mucha saliva y poca lengua, la suavidad de sus labios pre pubertos es perfecta Tristán, su boca tiene un aroma dulce, a frutas. Tenía ganas de acostarlo, desnudarlo y chuparle todo, pero Noé quería que me sentara encima de él, como la vez anterior. Entendí, había idealizado ese momento y quería repetirlo.
    
    – Pues ve a sentarte en tu silla. – le pedí y lo hizo enseguida. Me desnudé frente a él, notando que su bultito crecía un poco, me acerqué lentamente. Mientras daba esos pocos pasos, sentí mi ritmo cardiaco acelerarse aún más. Percibí un calor que venía desde dentro y mi cuerpo empezó a sudar. Llegué y me senté en Noé lento y suave. Una vez arriba lo besé y todos los recuerdos del fin de semana anterior llegaron de golpe, dándome cuenta de que yo también me había quedado ene ese lapsus de tiempo, desatando toda la lujuria contenida desde ese día.
    
    En mi mente yo devoraba su boca, pero al poner más atención, me percaté de que el movía sus labios y su lengua a mi par. Pegué mi sexo a su bulto, y esta vez sin ninguna inhibición lo restregué de adelante hacia atrás, masturbándome con su erección. Tuve un orgasmo y gemí un poco dentro de su boca. El traía unos pantalones café oscuro, y al despegarnos un poco, él notó que en la zona de su pene había una gran mancha blancuzca.
    
    – ¿Qué…es eso…mamá? – preguntó con voz agitada.
    
    – Esos Noé, son mis fluidos y quiere decir que estoy disfrutando mucho estar contigo. – contesté dándole un beso, moviendo suavemente mi lengua.
    
    – ¿Y sabes dónde se sienten mejor esos jugos? – pregunté moviendo mi vagina una vez más sobre su pantalón.
    
    – No, ¿en dónde mamá? – me respondió, aunque probablemente ya sabía la respuesta.
    
    – Alrededor de tu pene… ¿Quieres sentirlos amor?
    
    Noé respondió afirmando con la cabeza, en ese momento le quité toda la ropa. Tenía un par de años de no verlo así. Si bien, su delgadez aún es infantil, su vientre comienza a marcarse un poco, así como los brazos y las piernas. Pero lo que más disfruté viendo fue su sexo, el pene totalmente erecto, aún presenta ese lunar morado de nacimiento en el glande, y aunque aún es pequeño, promete estar increíble cuando crezca. Me parecía muy excitante su falta de vello y lo parado que estaba, es tan prohibida esa imagen que me puso muy cachonda, ...
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