1. La abuela sádica dominatrix.historia de dolor.cap1


    Fecha: 09/06/2019, Categorías: Dominación / BDSM Autor: sumisso, Fuente: TodoRelatos

    ... trasero. El dolor aumentaba más y más, era una pesadilla que no podía despertar. Las lágrimas comenzaron a aflorar en mi rostro mientras la señora Pain continuaba azotándome una y otra vez. Deseaba suplicar o escapar pero no era posible, lloraba y lloraba mientras era azotado. La piel de su correa mordía mi culo con fuerza.
    
    - ¿Ya estas llorando ?... ¡¡ ohhhhh no he hecho nada más que empezar ¡¡ cuando termine con la correa pasaré a la vara de madera, ahí si vas a llorar de verdad , estúpido – La señora continuó azotándome con la correa una y otra vez. Tenía el culo magullado y finalmente se detuvo. Pensé que se había apiadado de mí, pero era todo lo contrario, dejó su correa en el armario y agarró una vara larga de madera fina. La azotaina se hizo insoportable, el dolor era muy intenso, su vara de madera chocaba y rasgaba la piel de mi culo una y otra vez. Llore y lloré pero no sirvió de nada. Sentí una gran impotencia, mis llantos no servían de nada y no podía suplicar. Era un muñeco inerte que no podía moverse ni gritar, solo llorar.
    
    Terminé con el culo completamente magullado, lleno de verdugones. La señora o MistressPain quedó satisfecha. Comprobó cómo había quedado mi culo, destrozado.
    
    - ¡¡ Ahora lloras como una niña ¡¡. No te importó nada cuando robaste a todas aquellas personas. Veinte correazos duros te ayudaran a recordar – Volvió a agarrar su correa y terminó de magullar mi culo. Azotó con mucha más fuerza levantando por completo su brazo . Fue una azotaina muy dura, llena de dolor y llanto. Estaba pagando por mi comportamiento como me merecía. Mi culo quedó magullado, el simple roce del aire ya era doloroso. Deseaba suplicar piedad, pero no era posible amordazado de aquella manera.
    
    MistressPain se dirigió a su armario y agarró un objeto metálico, se acercó a mí y volvió a tirar de mi pelo incrementando mis lágrimas de dolor, tiraba con gran dureza, parecía iba a arrancarme el pelo. Me mostró unas pinzas metálicas con una fina cadena que las unía.
    
    - ¿Ves estas pinzas? Las tengo un cariño muy especial. Son terriblemente dolorosas. Se atenazan con dureza a los pezones. Cuando se las coloco a mis esclavos suplican piedad… pero en tu caso amordazado no vas a poder ni suplicar, vas a estar calladito aguantando el dolor que producen. Llora cuanto quieras que me va a dar igual, vas a llevarlas en tus pezones hasta que me plazca. – La vieja Mistress Pain liberó mi pelo y comenzó a colocar las terribles pinzas sobre mis pezones. No parecían tan dolorosas cuando las ajustó a mis pezones, pero había sido un ingenuo, faltaba un toque especial. La señora deslizó una pequeña palanca casi minúscula que llevaban ancladas las pinzas y de pronto se cerraron en mis pezones con una gran fuerza, como la mordedura de un cocodrilo. Eran terriblemente dolorosas tal como me advirtió. Intenté gritar, pero no se escuchó sonido alguno de mi boca.
    
    La señora acarició mi rostro con la palma de su guante mientras continuó hablándome:
    
    - ¿Duelen ...
«12...4567»