1. LA CAGADA. (8).


    Fecha: 05/06/2019, Categorías: Gays Autor: GUILLEOS1, Fuente: SexoSinTabues30

    ... entrepierna y nalgas a disposición. El chirlo a sus nalgas sonó claro y aunque no eran tan duras como las de la vecina, tenían un excelente buen ver. No acusó el dolor, gimió con placer y dijo:“Nunca me habían atado así, por favorSergio, por favor, aunque lloré y te ruegue meté lo que quiera y dónde quieras” …
    
    Ni falta hacía que me lo dijera, la iba a coger a voluntad, pero le pedí primero aNorma que la chupara y le lubricara el culo con la crema, no tardó nada, le chupaba la concha depilada y le ponía crema con el pulgar. Esto lo hacía semi arrodillada y el culo hermoso de la vecina quedó a la vista, algo que, en definitiva, era lo que quería. Ni los chirlos que le daban placer, ni la posibilidad del dolor que le gustaba pudieron evitar el grito deNorma cuando perforé su culo de una y sin detenerme hasta chocar mi pelvis.
    
    “Sí, mi señor, rómpalo a gusto, use a su puta”, alcanzó a decir antes de clavar la boca en la vagina deElena que chillaba gozando y pedía que le mordiera el clítoris. El apretón de los músculos deNorma se hizo sentir con su orgasmo, pero no me detuve y la llevé a otro orgasmo igual de ruidoso tirando a la vez de sus cabellos cortitos.“A mí, ahora a mí” pedíaElena y no la quise hacer esperar, la saqué deNorma que giró el cuerpo dejándose caer de costado y parado en la cama, me afirmé en sus piernas y empujé, la concha deElena pareció abrirse como una flor cuando la penetré haciendo que el glande chocara con su interior.
    
    La combinación de los grititos de dolor y los gemidos de placer me sonaban a música y aceleré mis entradas y salidas, temblaba con su orgasmo cuando cambié de lugar y ahora ya no fueron grititos, fue dolor con desesperación que aminoróNorma comiéndole la boca, a mí parecían que me habían dado cuerda y no paraba de entrar y salir, pero ahora las contracciones y gemidos deElena eran de puro placer.Norma le soltó la boca y pedía más profundidad, rogando y contradiciéndose:“Rompeme bien el orto, ayyyy, sacala, la puta madreeee me duelen hasta las pestañas, no, no, no, seguí, carajo, seguí”, -decía- y se movía como electrizada.
    
    Norma me entendió la seña y tomó el consolador mediano, mediano para ellas porque si me lo metía a mí iba a ver las estrellas. No lo lubricó, había suficientes jugos y pasando una mano entre los cuerpos se lo fue hundiendo despacio en la vagina.Elena volvió a gritar pidiendo que se lo sacaran que la estaban partiendo en dos, pero, fue por poco tiempo y regresó al goce y a los orgasmos cortitos. Yo no aguantaba más y acabé el primer chorro en lo profundo de sus tripas, para el segundo y tercer borbotón usé la boca deNorma que tenía la cara cerca, bastó con tirarle un poco de los cabellos y se tragó el ariete y todo lo que quedaba por salir.
    
    El culo y la vagina deElenaparecían una tronera de billar y aún quedó teniendo contracciones, llorisqueando y temblando por el placer experimentado. Le desaté las piernas que dejó caer yNorma se lanzó a acariciarle las tetas y a besarla con ...
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