1. Samantha de 11 y su maestro Pt.2


    Fecha: 05/06/2019, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Maestrowow, Fuente: SexoSinTabues30

    ... quería follarla por completo, darle por el culo, embestirla contra la pared; pero sabía que no estaba lista aún, afortunadamente mi juicio pudo más que el placer en ese momento, y me límite a seguir el ritmo. Mi verga aún tenía sangre, pero cada vez salía menos. Había estado aguantando el venirme desde que sentí su mamada.
    
    — ¡Sam! Ayer no te tragaste mi lechita, así que hoy para asegurarme de que no se desperdicie terminaré dentro de ti. —terminaba de decir eso cuando siento como comienzo a venirme dentro de ella, nuestros movimientos iban cesando, hasta que solamente ella quedó moviéndose un poco. Terminé de correrme, me deshice de sus braguitas en mi verga, la saqué y me tumbe junto a ella.
    
    — 25 minutos hasta que llegué tu mamá, aproximadamente. —le comenté viendo el reloj en la pared. — Maestro… quiero seguir haciendo esto con usted, pero… —se detuvo. — ¿Todo bien? — Es solo que me gustaría la próxima vez hacerlo sin que tengas mis bragas ahí. — Mira, también me gustaría, pero como te dije: no dejas de tener 11 años, no deberías estar aquí tumbada y desnuda con un hombre panzón como yo. —dije burlándome de mi mismo, puesto que como dije anteriormente, había estado subiendo de peso. — Ya casi tengo 12, y no creo que estés panzón.
    
    Entendiendo que probablemente no iba a parar hasta yo ceder un poco, hicimos la promesa de cada vez ir superando el límite impuesto siempre que ella hubiera terminado bien la ocasión anterior. También le hice prometer que me dijera en cuanto ella tuviera su primera menstruación y le explique el porqué, aunque ella ya lo sabía.
    
    La mande a lavarse su entre pierna y cambiarse mientras yo limpiaba el espacio donde lo hicimos. Después fui yo quien se fue a lavar. Al salir la encontré viendo videos, pero sin tocarse, me dijo que le dolía un poco, y yo sabía que era normal. Estuve listo justo a tiempo cuando su madre nos aviso que estaba abajo fuera del Dojo. Antes de abrir la puerta y encontrarnos con su madre, Sam me hizo inclinarme hasta ella y me regalo un beso en los labios, y me comentó al oído que llevaba puesta las braguitas que use para marcar el límite. Al encontrarnos con su madre lo primero que hizo fue recordarle su travesura llamándola «estúpida» otra vez. Quise decirle algo, pero pensar en que ella se lo podría tomar a mal y alejar a Samantha, en lugar de eso, le comenté que podría traer a la niña si ocupaba quien la cuide, incluso en fines de semana. Cuando Samantha subió al vehículo, ella se dedico a agradecerme con uno que otro momento incómodo. Afortunadamente Sam me salvó tocando la bocina para llamar a su madre, quien se despidió, no sin antes criticar a su hija otra vez frente a mi, dando por hecho que yo pienso igual que ella de la niña.
    
    De esto ya hace algunos meses, y como no estoy seguro aún de escribir una segunda parte, resumiré un poco lo que ha sucedido. Los días posteriores a ese, Sam faltó a clases varias veces, así que pensé que igual y había enfermado o la había lastimado (es ...
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