1. Abogado y clienta


    Fecha: 04/06/2019, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Angus74, Fuente: SexoSinTabues30

    ... sujeto del metro le había dejado metida en la raja del culo. Armándose de valor se dirigió al despacho de Arnaud, en un edificio antiguo, con portero y un ascensor en jaula. Al subir los escalones que la que separaban la entrada del rellano del ascensor pudo sentir la mirada apreciativa del viejo conserje que la observaba desde su cubículo. Definitivamente no tenía que haberse puesto esa falda, pensó para si. Apretó el piso deseado y mientras subía se acabó de colocar la ropa interior.
    
    El rellano olía a una mezcla de viejo y lejía, un poco punzante. Tocó el timbre y antes de que acabase de sonar Arnaud ya le estaba abriendo la puerta. Seguramente el portero le había avisado de su llegada.
    
    -Hola, Arnaud.
    
    -Hola, Houda, guapa. Pasa, vamos a mi despacho- le contestó Arnaud, impecablemente vestido con un traje de tres piezas, un poco pasado ce moda pero muy elegante que se adaptaba perfectamente a la complexión alta y delgada de su abogado.
    
    Houda notó en seguida que no estaba María, la secretaria de Arnaud. Le preguntó por ella, pero la respuesta sonó a excusa, algo referente a unos asuntos médicos. A Houda no le gustaba la idea de firmar los papeles ahí sola con Arnaud. Siempre había sido un caballero con ella y no habían tenido ningún tipo de relación más allá de la profesional que ahita iban a romper, pero aún así no estaba tranquila.
    
    Llegaron al despacho y Arnaud le cedió galantemente el paso a Houda. Al entrar en la habitación y sin mediar palabra, Arnaud la zancadilleó al tiempo que la empujaba por la nuca, haciendo que cayese de cara contra el escritorio, golpeándose la frente contra el tablero y los muslos contra el borde de la mesa. Aturdida por el golpe sólo pudo gemir un momento hasta que notó el peso de Arnaud sobre ella, aplastandola.
    
    -Zorra, creías que te ibas a ir así como así? ¿Que no me ibas a pagar todo lo que me debes? Eres lo que eres gracias a mí, puta. Yo te presenté a toda la gente, no me puedes dejar tirado así, tan fácilmente. La voz destilaba una rabia intimidatoria, feroz, casi animal. El peso y la presión que Arnaud ejercían sobre la chica le estaba quitando el aliento. – -Q… qué? Por qué? ¿Por qué me haces esto? ¿Que quieres de mí? Sollozando casi, Houda empezó a forcejear débilmente contra Arnaud, sin demasiado éxito, ya que el golpe en la cabeza la había dejado sin fuerzas y Arnaud era más fuerte de lo que a simple vista parecía.
    
    -Todas las mujeres sois iguales. Os aprovechais de mi, de mi trabajo, de mis conocimientos, y luego ,e dais la patada cuando ya no podéis sacarme nada más. Pues tú me vas a pagar todo lo que me debéis, zorra imbecil.
    
    Con pánico, Houda notó como Arnaud se incorporaba, sin soltar su nuca ni dejar de presionar su cara contra la madera de la mesa. El alivio de sus pulmones no evitó que el terror la atenazase cuando Arnaud le levantó la falda.
    
    -No, por favor, no me hagas nada. – lloriqueo la chica. Arnaud contestó volviendo a golpear con fuerza la cabeza de Houda contra la ...