1. Abogado y clienta


    Fecha: 04/06/2019, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Angus74, Fuente: SexoSinTabues30

    ... jovial ahora.
    
    Corriendo se puso lo primero que encontró, unas braguitas blancas, un top deportivo, una falda cableada hasta las rodillas y una camiseta sin mangas. Se calzó las deportivas y salió cogiendo las llaves y el bolso. A la carrera se metió en la estación de metro y paso el abono por el torneo, que le abrió camino a la luz eléctrica y el ambiente cargado de sudor y humo del subterráneo. La estación, a pesar de no ser ya hora punta, estaba llena de gente: madres volviendo de dejar alos niños en el cole, trabajadores, repartidores, oficinistas… Demasiadas personas en un espacio demasiado estrecho. A Houda no le gustaba, se sentía indefensa entre tanta gente. A la desazón por la reunión, que no le apetecía para nada, se juntaban las malas experiencias que de tanto en tanto ocurrían en esos lugares atestados.
    
    Llegó el tren y se montó en un vagón saturado. Inmediatamente se arrepintió. El tipo que estaba detrás de ella se repegó contra sus nalgas en el primer momento, haciéndole sentir su paquete contra los glúteos. Estaba a punto de soltar un suspiro de alivio al notar que de retiraba, pensando que solo había sido fruto del empujón para entrar en el vagón, cuando notó que una mano le rozaba otra vez el culo. Se quedó quieta, callada. Una vida bajo un padre despótico y una madre tiránica la habían hecho así. Se sentía sobrepasada si tenía que defenderse. No reaccionaba como debería. El tipo que la estaba tocando siguió tanteandola. Al ver que no reaccionaba su mano se volvió más osada, posandose completamente en la nalga derecha y apretando la carne dura. Houda, con la mirada clavada al frente, tragó saliva, pero no se movió. Su acosador, envalentonado, empezó a magrear todo el culo de Houda, alternando ambas nalgas y metiendo la mano entre ellas, tirando del borde de la falda por detrás, levantandolo poco a poco. Al cabo sintió la mano en sus muslo, en sus nalgas a través de la tela de sus bragas. Quería gritar, quería apartar esa mano intrusa, pero toda una vida de miedos la mantenían quieta, con la respiración acelerada por el miedo. El tipo a su espalda siguió con sus avances, metiendo un par de dedos por el elástico o de la ropa I trio de Houda, acariciando directamente la piel del culo, metiéndose en la raya de ella, explorando tentativamente el agujero del ano…
    
    El metro llegó a su parada y saltó fuerza del vagón sin irar atrás, empujando a la gente a su paso mientras salía roja de vergüenza de la estación, al aire libre de la plaza en la que esta estaba. Se apoyó contra un árbol de la plaza, recuperando el aliento y el ritmo cardíaco.
    
    Estuvo varios minutos apoyada en el árbol. Quería cancelar la reunión, pero no podía. Lo había aplazado demasiadas veces por culpa de su inseguridad. No quería enfrentarse a Arnaud y al hecho de que no iba a seguir siendo su abogado. Pero tenía que hacerlo si quería seguir adelante con sus proyectos. Respiró profundamente para acabar de calmarse y con discreción se colocó la braga que el ...
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