Nos fuimos a málaga de vacaciones II - Relatos Eróticos

Nos fuimos a málaga de vacaciones II

... cariño. Como sigas así voy a tenrr que follarte otra vez. Mira como me has puesto.

No ahora no, luego. Que si no, no nos dará tiempo a hacer la comida.

Eso fue el viernes pero el sábado… fue mortal. Nos fuimos a cenar los 4 Jose, su hijo, la niña y yo. Estuvimos de copas hasta las 2 y nos fuimos al hotel. A miguel le dejamosn en casa de su madre.

Ya en el hotel Jose dijo que se iba a duchar y yo le dije a la niña que si no le importaba que me duchara con él. Irene por supuesto dijo que no.

En la ducha estuvimos jugando un ratito para ponernos a tono y calentar a Irene. La vi espiarnos y eso me dio alas para seguir adelante con mi estrategia. Quería ver como Jose se folla a tu hija.

En un momento dado me agaché a comer el rabo de Jose sabiendo que tu hija miraba como lo hacía. Después ya se me olvido que estaba mirando y me dediqué en cuerpo y alma a poner ese rabo como debe estar, duro como una piedra.

No dejé que se corriera quería manter la polla como un obus todo el rato que pudiera.

Salimos de la ducha nos secamos uno a otro. Ya secos nos fuimos a la habitación. Jose llevaba la toalla a la cintura pero la tienda de campaña era evidente, Jjjjj, pero más evidente era que Irene estaba completamente desnuda en la cama boca abajo.

Jose me miró me dijo al oido:

La niña quiere más caña. Lo de ayer fue poco...

Y se rió

.

Irene se hizo la dormida, aunque estaba claro que lo que tenía era vergüenza, pero estaba caliente y efectivamente, Jose no se equivocaba, la niña quería sexo.

Mami se puso desnuda a horcajadas en la espalda de tu hija (absolutamente desnuda) y emepcé a masajearle la espalda. Mi chochito tocaba su piel de la espada.

Le pedí crema de aftersun a Jose y la empecé a masajear la espalda con el chocho encima de su espalda. Me movía de vez en cuando para rozr mi clítoros con su piel. Como sabes que genero mucho flujo la mojé toda la espala a mi pobre niña.

Mami estuvo masajeando la espalda de Irene con la crema y de pronto Jose me miró haciéndome unaseña como queriéndole dar crema también, se unto las manos y emepzó a masajearle las piernas con mi consentimiento y lo más importante, con el de tu hija también. Tardó poco en subir las manos y tocarle el culo.

Observaba la reaccón de Irene y al ver que no se quejaba ni decía nada le hice una seña a mi hombre para que siguiera un poco más...

Pero para cerciorarme me agaché y le susurré al oido:

¿Te gusta el masaje?, cariño

Y ella no dijo nada pero movió la cabeza afirmativamente sin abrir los ojos, dando un suspiro de consentimiento. Estaba muy relajada en ese momento.

Yo me senté al revés con mi culo cerca de su nuca y mirando hacia su culito respingón y tieso. No me quería perder nada. Ver esa escena me puso muy burra. Te lo juro.

En ese momento tomé la iniciativa. Al sentarme al revés la niña ya podía imaginar lo que iba a pasar. Le di un beso a Jose y empecé a sobarle las nalgas, mientras él le abría las piernas para tocar por ...