1. Nos fuimos a málaga de vacaciones II


    Fecha: 04/06/2019, Categorías: Incesto Autor: portanchito, Fuente: RelatosEróticos

    ... dentro de sus muslos cariñosamente y de paso mirar el chocho de tu hijita.
    
    Cuando le abrí las cachas vi su agüerito, sonrosado, precioso, y no pude resistirme en ponerme a jugar con su ano haciendo circulitos con el dedo, como a mi me gusta que me lo hagas, y por lo visto debe ser algo genético pues la niña empino el culo un poquito moviéndolo como queriendo que le metiera el dedo dentro. Eso me encantó, saber que mi hija y yo tenemos los gustos parecidos me puso muy puta. Por supuesto eso me puso a tope. Estaba muy caliente así que le di mi dedo a Jose para que lo chupara y lo ensalivara bien y... me la jugué. Mil dedo y empezó a hacer círcilos en su esfínter y cada vez metía un poco más del dedo, cada vez más dentro. Yo observaba reacciones y ella seguía sin decir nada, solo suspiros de consentimiento y me envalentonó y le metí el dedo más dentro. La niña suspiraba más fuerte, como síntoma de que le estaba gustando.
    
    Le iba a preguntar si le dolía o le gustaba pero me callé prudentemente, no quería romper el aurea que existía en ese momento. Silencio, gemidos sordos, sonrisas, miradas lujuriosas entre mi Jose y yo. Indescriptible. Yo metiendo el dedo en el culo a mi propia hija con el fin de darle placer sexual. Casi me corro solo de pensarlo. Por su puesto yo me movía sobre la espalda de la niña y cada vez estaba más mojada.
    
    José no perdía el hilo e hizo lo que denía hacer. Le empezó a tocar el coñito por fuera, suavemente, sin meterle los dedos, solo masajeando los labios exteriores. En un momento de masajeamiento del coño de tu hija, él subió al clítiris y la tocó nada, un minuito o menos como masturba´ndola , pero con mucha suavidad, lo que aproveché yo para meterle el dedo y hacer circulos cada vez más grandes para dilatar el ese ano pequeñito. En ese momento... tu hija se corrió como una perra,se mordió el labio y empezó a jadear como una perrita en celo. Cerró las piernas, agarró las sábanas fuertemente, casi se hace daño con sus propias uñas y por fin... se desahogó con una grito de placer, dicendo ¡¡¡¡¡¡DIOSSSSSS!, ¡¡¡Me corrrooooo!!!
    
    Eses palabras sonaron en mí como música celestial. Habíamos hecho que mi propia hija, tu hija, se corriera conmigo. Me sentí en el cielo.
    
    Cuando ya paró de convulsionarse, la besé en la espalda desde el culo hasta la nuca, haciéndole unos neurocuatáneos para que soltara toda la tensión. Le entraban cosquillas pero le gustó. Le susurré que la quería mucho, mucho, mucho.
    
    ¿Sabes que me contestó tu hija?: y yo a VOSOTROS, a vosotros dijo o sea a mí y a jose. Tú ni existías en ese momento, lo siento cariño, pero es la verdad aquneu te duela.
    
    Eso no me gustó para nada, pero me puso el rabo tan duro que casi me corro sin tocarme. Le hice saber a mi mujer y ella me agarró a polla y me dijo...
    
    Ésta no dice lo mismo que tu. ¿A quien Le hago caso?,¿a tu boca o a tu polla?
    
    Sigue,
    
    le dije, evitando la conversación y mirando a la cocina.
    
    Estaba tan cerda, después de lo sucedido, que con ...
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