1. El accidente que cambió mi vida


    Fecha: 04/06/2019, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Olorarosas, Fuente: TodoRelatos

    ... que Raúl desease penetrarme todos los días, constantemente. Y empecé a provocarle. Mi cuerpo y sobre todo mis caderas, semanas atrás aún maltrechas, se ajustaban al suyo y le permitían penetrarme a su placer ¡y al mío! Paula se bajó de la camilla, cogió la cámara que tantas horas de sexo con ella y con las otras mujeres había filmado, y grabó la penetración, mi primer porno. Ya casi era como Paula y sus compañeras, una lesbiana que follaba con hombres... y no usaba protección.
    
    Mi cuerpo vibraba. Mi lengua seguía incansable entrando y saliendo de los agujeres del coño y del culo de Paula alternándolos y provocándole varios orgasmos. Sus manos acariciaban mis tetas y masajeaban toda la zona lateral vaginal, proporcionándome otros a mí, mientras la polla de Raúl satisfacía todas mis esperanzas de saberme tan puta y tan ansiosa de sexo. Y otro orgasmo, otra explosión sacudió mi cuerpo y luego el de Paula.
    
    Raúl se reía al ver cómo nos estremecíamos mientras me follaba con esa preciosa polla y al ver mis deseos de satisfacerme y de entregarme totalmente a él, y seguía penetrándome con fuerza. Yo empecé a agotarme. Mi cuerpo aún no estaba totalmente recuperado y Paula, me había "organizado" un rato antes una serie de orgasmos para que mi vagina estuviese perfectamente engrasada, pero a las mujeres nos pasa como a los hombres, cuando nos corremos nos cansamos un poco y si seguimos corriéndonos... pues eso me pasó. Nada especial ¿no?
    
    Pero antes de que la fiesta decayese, me levantó con sus manos las piernas por encima de sus hombros, me penetró con fuerza profundamente y al mismo tiempo, yo apreté los músculos vaginales para hacer más presión sobre su polla (cosa que me enseñó a hacer Paula con unas bolas chinas metálicas) Agarró Raúl mis muslos, los apretó contra su pecho, y de repente oigo su voz susurrante:
    
    --¡Ya voy puta, ya voy!
    
    Y por primera vez en meses, noté esas maravillosas descargas de leche calentita y espesa inundando mi coño. No sé cuántas veces se derramó porque entré en éxtasis ¿es importante contarlas? Pero me arrancó en pocos segundos otro orgasmo verdaderamente precioso. Con mis manos cogí el rostro de Raúl y me lo comí a besos ¡qué diferencia más maravillosa el besar una boca como la de Raúl o la de Sergio, a besar esas bocas de los colegas del bachiller.
    
    Mientras estaba estrechamente abrazada a Raúl, Paula me preguntó:
    
    --Laia, cielo, supongo que habrás traído la pildorita para después de la follada ¿no?
    
    --Por supuesto que no Paula. Y no la quiero tomar. Ya sé que eres enemiga de que me quede embarazada, pero yo deseo quedarme, deseo experimentar con eso. Quiero ver como se hincha mi vientre. Cómo crecen mis tetas y qué se nota en todo el cuerpo al quedarse preñada. Deseo escandalizar, hacer porno duro, y ya que mi padre no me folla, que vea como al menos Raúl, Sergio y mis colegas sí lo harán. Ya verás cómo me quedo preñada antes del verano. Y ya decidiremos tú y yo cuando aborto.
    
    Se acercó Paula a mí, me ...