1. El accidente que cambió mi vida


    Fecha: 04/06/2019, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Olorarosas, Fuente: TodoRelatos

    ... dentro de un año más o menos. Entonces te las podrás operar y si queda algún pequeñito resto, te hacemos un tatuaje y nadie las notará.
    
    Yo me quedé alucinada, nunca había pensado en hacerme un tatuaje para tapar esas pequeñas cicatrices. Aunque antes del accidente a mí me gustaba eso de los tatuajes y algún piercing. Y también el poder fumar un poco en casa, vestir más destapada, y poder seguir aprendiendo de mi amiga Ana, a masturbar chicos, chupar sus pollitas y dejarme follar más. Pero después del accidente, el fallecimiento de mi madre, y los problemas familiares que teníamos, nada de todo eso erótico-porno me seducía ni me atraía.
    
    Así que le pregunté directamente y con naturalidad, si con esos tatuajes se podrían eliminar los restos de cicatrices, pero claro, al decirle que todo eso valía dinero, que habíamos tenido muchos gastos y mi padre lo estaba pasando fatal, porque su dinero era el único que entraba en mi casa y la indemnización de los seguros iban a tardar hasta los juicios, Paula, con toda tranquilidad y frialdad, me dijo:
    
    --Chica, con un cuerpo como el tuyo y con tu edad, te haces puta y yo te garantizo más de 500€ por cliente. Y si te haces una puta viciosa de cojones, puedes ganar en un buen fin de semana de 1500€ a 2000€. Y tu cuerpo es una puta delicia de la naturaleza. Vamos a disfrutar mucho de él las dos en estos meses de tratamiento, porque tu rehabilitación va a ser larga. Y podemos hablar de este tema si lo deseas… ¡tengo amigos importantes!
    
    Curiosamente, tal y como me hablaba Paula, no me sentí ni ofendida ni molesta en ningún momento. Cierto es que me puse roja rojísima, porque además sus manos seguían paseándose por mis piernas y entrepierna, aunque yo no sabía si de manera erótica o clínica ¡pero me estaba excitando de cojones! Oía perfectamente su voz y yo estaba sintiéndome rara, en un espacio inmaterial en el que millones de hormigas me invadían, sobre todo, en mi poco usado coñito.
    
    Notaba cómo su mano jugaba con mis labios externos en la entrada de mi cuevita, y viendo que yo no oponía resistencia, me apartó un poco las bragas y su pulgar se introdujo totalmente, mientras los otros dedos jugaban desde el exterior. Se deslizaban, se apretaban, se separaban, y un fantástico calor me empezó a invadir mientras millones de hormigas amigas, penetraban dentro de mí vagina y me invitaban a hacer locuras. Mi estado anímico era casi insensible, y me importaba muy poco lo que me hiciese.
    
    Pero pocos minutos más tarde, me di cuenta de mi error y de que iba a tener un brutal orgasmo, y solo tuve tiempo para taparme la boca. Mi padre y otras personas estaban al otro lado de la pared y de la puerta del gabinete. Paula era una auténtica maestra y me sacó una enorme cantidad de fluidos que mancharon la sábana inferior mientras me proporcionaban el mayor placer que nunca había tenido. Nunca imaginé una expulsión de tanta cantidad de flujo, seguido de un enorme calor y un pequeño mareo ¡me sentía agotada! Y por lo ...
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