Paola y Emma - Relatos Eróticos

Paola y Emma

... seguir pero Emma detuvo su mano y le susurró.

—¿Eres estupida? No escuchaste lo que te dije, si lo hacer eyacular ahora, no te sentiras satisfecha por mucho tiempo, hazlo gozar, hazlo sentir lo mejor que puedas.

—Pero es repugnante y deseo terminar esto cuanto antes. —contestó con un susurró Paola.

Emma apretó la mano de Paola mientras sus palabras tomaban un matiz de orden.

—Lo harás gozar perrita, esa es tu misión, no puedes hacer más que hacer lo mejor para él.

Las palabras parecieron aplastar la mente de Paola como lo hacía su mano.

—Ya entendí… ama.

Una vez más Emma se incorporaba para dejar a la pareja, cuando el chico habló.

—Em, ¿todo está bien? Hoy estas un poco diferente.

—Todo bien, mi amor, ahora te atenderé como es debido. —dijo Emma mientras se alejaba un poco.

Emma miró a Paola que continuó y se colocó encima del chico, mientras movía sus caderas frotando el miembro del chico en la entrada de su encharcada vagina.

—Em, estas muy mojada.

—Es lo que tu me provocas amor, haces que me ponga muy caliente y humeda. —Dijo Emma

—Em, me… me gustaría cogerte.

—Claro mi amor, estoy para servirte.

La mirada autoriataria que Emma le dirigía a Paola era una orden inviolable, y ya tal vez no era necesaria. Mientras Emma hablaba con el chico, y este se excitaba cada vez más esa sensación de placer era tranferida a Paola así que cuando el chico pidió penetrarla, Paola sabíendo que obtendría más placer, solo se incorporó un poco para hundir el erectó mienbro del chico en su coño, por poco y la emoción le gana y se lo metía todo, pero sabiendo que el chico gozaría más si lo hacía despacio, se tomó su tiempo en deslizarlo todo en su interior, la reacción del chico fue como se esperaba, extasis total que de nueva cuentafue absorbido por Paola y que alimentaba su “hambre”.

—Mi amor demuestrame que has hecho todo lo que te he pedido y aguanta lo más que puedas. —Dijo Emma fingiendo ser quien estaba sobre el chico.

—Esto es lo más rico que he probado, sí trataré de aguantar lo más que pueda Em.

Paola sin decir palabra mientras cabalgaba al chico se inclinó hacia enfrente para que este pudiera sentir sus tetas en la cara, el chico sabía que hacer aunque se detuvo por un momento.

—Em,no sabes como me encantan tus piercings —dijo el chico mientras los tomaba con su boca y los estiraba un poco.

—Hoy es una ocasión especial así quepuedes tirar de ellos mas fuerte.

El chico apenas y pronunció un leve “si”, cuando apretó fuertemente y jaló uno de los piercings de Paola que a la par le causaba dolor y placer, esto provocó que un gemido saliera de su boca. El chico se detuvo por un momento y para preguntar si se había excedido.

—No te preocupes por pequeñecesahora hazlo con la otray disfruta mi amor.

Emma se dirigió a Paola de nuevo susurrándole.

—Esto es por haberme tenido que perforar los pezones como tu, zorra, me dolió demasiado, y espero que él te provoque el mismo dolor que sufrí ...