Paola y Emma - Relatos Eróticos

Paola y Emma

... más tiempo pero cada momento que pasaba sentía que esa falta de algo creciera cada vez más, al sentirse así Paola decidió dejarlo por el momento.Encuantoella estuvo a solas de nuevo en el baño comenzó a preguntarse.

—¿Qué pasa, que me esta pasando, por qué siento esto?

Nadie respondió pero la puerta de un cubículo se abrió, Emma salió y se dirigió al lavabo como la vez anterior, solo que esta vez habló antes de llegar a la puerta.

—Te advertí que no lo hicieras, eres una tonta.

—Callate, que va saber una nerd como tu? —Increpó Paola

Emma hizo un ademan para detener a Paola.

—Cuando tu “hambre” sea insoportable, búscame.

Emma dejó de nueva cuenta a Paola sola en el baño.

Paolaahoraestaba molesta, nada le parecía correcto y esa sensación que Emma había llamado “hambre” no se le quitaba con nada.

El “hambre” de Paola llegó al límite una noche cuando estando en intimidad con su novio, a penas y sintió una sensación efimera de placer que de inmediato se transformó en “hambre”, una vez que terminó le achacó a su novio que no podía satisfacer a una mujer, la noche terminaba mal para Paola que cada vez pensaba con menos claridad, con la poca cordura que le quedaba y haciendo un esfuerzo para mantenerse concentrada recordó lo que le había dicho Emma y se dirigió a su casay aunque le costaba recordardónde era,se las arregló para llegar.

Cuando Paola al fin llegó a casa de Emma, era muy noche pero la casa de Emma teníalasluces encendidas, Paola buscó el contacto en su movil y solo le escribió: “Estoy enfrente de tu casa”. La puerta de la casa de Emma se abrió a los pocos segundos de haber mandado el mensaje y Emma salió para ayudar a entrar a Paola, que vio que había varias personas pero le era dificil reconocerlas y estas ni siquiera notaron su presencia, Emma guió a Paola al sótano, la sentó en un viejo sillon y Emma se sentó una silla frente a ella.

—Pideme que te ayude. —Dijo Emma con voz autoritaria.

Paola la miró y se negó, Emma le levantó la cara y sonrió.

—Solo empeorará si no lo haces, así que se buena niña y pideme que te ayude por favor.

Paola rechinaba los dientes, el sentimiento de vacio se hacía cada vez más fuerte.

—Por favor, ayudame.

—Por favor, ama, ayudeme, vamos repite.

—Por favor Emma, ayudame.

—No, no, vamos, hazlo mejor.

—Amiga, por favor ayudame.

—Casi, pero no es lo que quiero escuchar, es tu ultima oportunidad, si no lo haces bien, te dejaré aquí sola.

Paola miró desafiante a Emma, que al notar la mirada se levantó de la silla y se retiró dejando a Paola en el viejo sillón.

—Los sintomas de Paola comenzaban a ser mas molestos, en algun momento entró en frenezí y se masturbó como nunca lo había hecho, pero no logró sentirse satisfecha, y lo unico que experimentó fue el aumento de su “hambre”, Paola sudada y con su respiración entrecortada llamaba a Emma, comenzó llamandola cariñosamente, al no recibir respuesta fue subiendo su tono hasta insultarla, pero viendo que ...