Paola y Emma - Relatos Eróticos

Paola y Emma

... nada daba resultado terminó diciendo lo que Emma le había pedido.

—Emma, ama, por favor ayudeme. —dijo, suplicando.

Pasaron unos minutos mientras Paola comenzaba a llorar desconsoladamente cuando la puerta del sotano se abrió y Emma bajaba lentamente acompañada de un chico que tenía toda la pinta de nerd, muy flacucho, solo llevaba calzoncillos, por otro lado el chico tenía los ojos vendados y las manos atadas.

Emma le hizo una seña a Paola para que no dijera nada, colocó al chico en una cama y aseguró las ataduras de sus manos al borde de la cama, después se dirigió hacía Paola y poniendose en su oreja le susurró.

—Muy bien cachorrita, adelante, procede a “alimentarte”, he estado preparando estasuculentacomida desde que decidiste hacer lo que claramente te dije que no hicieras.

—¿“Alimentarme”?, estas enferma, no pienso dañarlo, él no tiene la culpa y creo que tu eres una loca de primera.

La mirada de Emma se tornó hostil por un momento, pero se repuso rápidamente.

—No tolero tu forma de dirigirte a mi, si me sigues hablando así, usaré metodos más crueles contigo. Además por alimentarte no me refería a lo que piensas, ahora cada vez que tengas esa “hambre” que estas sintiendoen estos momentos,deberás “alimentarte” por aquí— puso sumano en la mojada entrepierna de Paola— y solo obtendrás saciedad, dependiendo de cuanto lo hagas gozar —señaló al chico maniatado—. Suerte, perrita, ah yserá mejor queno hables o puedes arruinar tu comida.

Paola le dedicó una mirada de odio puro a Emma, quese complació gratamente y solo se sentó en su sillaparadisfrutardel espectáculo que se avecinaba.

Para Paola pensar con claridaden ese momento le era dificil y comenzaba a ser incluso doloroso, sabía que pronto no tendría control sobre si misma y que sus instintos la llevarían a cometer alguna locura así que optó por acercarse al chico, quería caminar pero sus piernas no reaccionaban bien, así que tuvo que ir gateando hasta llegar a la cama.

Cuando Paola tocó al chico, halló la sensación que deseaba sentír con su novio, embargada por la sensación placentera acarició todo el cuerpo de chico que se retorcía de placer y ese placer lo sentía ella, después de seguir acariciandolo la sensación de placer que sentía el chico cesó y por ende también lo que sentía ella y su “hambre” volvía a hacerse presente, Paola entendió que debía ir más lejos así que comenzó a besar al chico y una nueva ola de placer inundó a ambos, el “hambre” de Paola comenzaba ser saciada de nuevo, poco a poco. Entendiendo por completo a lo que se refería Emma por “alimentarse”, Paola se dejó llevar, tomó la verga del chico y comenzó a masturbarlo lentamente, sintiendo como esta se ponía cada vez más dura e incrementaba su tamaño, cuando alcanzó su máximo tamaño era un poco más pequeña del promedio,pero no importó, Paola siguió masturbando al chico que en ese instante se revolvió en la cama pidiendo que parara o se correría. Paola quería acabar cuanto antes así que iba a ...