1. Mi tío el macho alfa me transformara en su putito – Capítulo: 2


    Fecha: 28/05/2019, Categorías: Dominación / BDSM Incesto Transexuales Autor: βeta βunny βoy, Fuente: SexoSinTabues30

    ... maquilles y actúes como una mujercita de verdad, entonces y solo entonces te trataré como a una mujercita. ¿Entendido putito?”.Tío Roge me preguntó con aquella ronca voz militar.
    
    “Sí… Sí Tío Roge”. Respondí yo sin saber si de verdad quería ser tratado como una hembrita, aunque mi palpitante y húmedo anito parecía decir que sí.
    
    “Ahora. ¡Haz tu trabajo y sírveme el desayuno!”. Tío Rogelio se sentó a la mesa y sacó su celular, un iPhone 3, que en aquellos años era el celular más caro del mercado.
    
    Por supuesto yo no tenía celular, aunque si teníamos línea telefónica en casa, mi abuela la había hecho instalar para poder comunicarse con su adorado hijo al otro lado del mundo, mi madre se había comprado un celular barato para poder comunicarse conmigo cuando me quedaba en casa solo.
    
    Tío Roge se puso a hablar con alguno de sus amigotes, avisando que había llegado a casa la noche pasada, y ordenándole reunir a “los otros cabrones”, para tomarse unas copas.
    
    Mientras Tío Roge presumía sus aventuras en el lejano oriente a voz en cuello, yo estúpidamente preparé un plato de avena y un tazón de frutas con miel y granola.
    
    Cuando puse la comida frente a él, Tío Rogelio dejó de hablar de golpe e incluso dejó el aparato en la mesa. Me miró con esos fríos y oscuros ojos y pude ver su ceño fruncido, sus espesas cejas se juntaron tanto que casi se volvieron una, Tío Roge estaba enojado.
    
    Di un paso atrás temblando de miedo, pero fui muy lento… Tío Roge me abofeteó de nuevo, esta vez fue tan fuerte que de verdad me tiró al suelo.
    
    “¡Esta comida es para mujeres y mariconcitas como tú! ¡¿Crees que soy un puto conejo?! ¡Yo soy un macho, necesito carne, necesito comida real! ¡No cabe duda que solo eres una puta tonta, una rubia estúpida!”.
    
    Tío Roge me gritaba desde la mesa, mirándome con desprecio y enojo, y yo de rodillas lo miraba con lágrimas en los ojos, sollozando de nuevo como una patética niñita llorona, y aunque sí, en parte lloraba por el dolor en mi mejilla, la verdadera raíz de mis lágrimas era el arrepentimiento, me sentía pésimo por haber cometido tal error.
    
    ¿Cómo se me pudo ocurrir que podía satisfacer a un machote de casi cien kilos con el ligero y saludable desayuno que comíamos las mujercitas de la casa? Espera, ¿acababa de pensar en mí mismo como mujercita?
    
    “Perdón… Lo siento mucho Tío Rogelio. ¡Por favor, por favorcito perdóneme Tío! ¡No se enoje conmigo Tío, lo siento mucho!”. Lloriquee como una patética niñita, rogando por la validación y el perdón de ese hombrezote.
    
    Tío Roge seguía mirándome con furia, pero dejó de gritar.
    
    “Deja de llorar como una maricona, mejor levántate y prepárame un desayuno de verdad”. Tío Roge me ordenó.
    
    “Tío… Tío Roge, no tenemos carne y cosas así… la dieta de abuelita… solo podemos comer verduras y…”. Traté de explicar, pero Tío Roge me interrumpió.
    
    “Entiendo, entiendo. Si no hay ningún hombre en la casa ¿Cómo va a haber comida para hombres? Deja ya de llorar niña tonta y mejor ve a ...
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