1. Mi tío el macho alfa me transformara en su putito – Capítulo: 2


    Fecha: 28/05/2019, Categorías: Dominación / BDSM Incesto Transexuales Autor: βeta βunny βoy, Fuente: SexoSinTabues30

    ♥Capítulo 2♥
    
    Al siguiente día fue mi madre quien me despertó a eso de las nueve de la mañana, golpeando suavemente mi puerta, normalmente me levantaba a las 6:30 para poder bañarme, vestirme y desayunar antes de entrar a la escuela a las ocho de la mañana.
    
    Pero en época de vacaciones me podía dar el lujo de dormir más, aun así, lo más tarde que me levantaba en verano eran las ocho u ocho y media de la mañana.
    
    Por eso cuando mamá me despertó de repente, me senté en la cama completamente confundido y atontado. Los recuerdos de la noche anterior eran confusos, vergonzosos y abrumadores.
    
    “¡Buenos días cariño! ¿Ya estás despierto?”. Mamá preguntó mientras abría la puerta de mi cuarto.
    
    Con los reflejos de un gato tomé mi frazada del suelo, donde Tío Roge la había arrojado, y rápidamente me cubrí hasta el cuello escondiendo mi piel desnuda.
    
    “¡No entres a mi cuarto sin permiso!”, chillé con mi aguda y dulce voz.
    
    Mamá se detuvo de golpe mirándome extrañada, nunca antes le había gritado de aquella manera, y tampoco era común que yo escondiera mi cuerpo de ella.
    
    En parte era culpa de mamá, pues como ella misma había dicho la noche anterior, desde hace algún tiempo mi cuerpo había comenzado a cambiar, y ahora me daba vergüenza que ella viera mis núbiles tetitas, mis hinchados y rosados pezones, o mis gordas y redondas nalgas.
    
    “¡No me hables de esa manera jovencito!”. Mamá me regañó muy molesta. “No creas que puedes comportarte como una princesa mimada solo porque pareces una niña”.
    
    Mis emociones ya estaban al límite, mi mente luchaba contra los vulgares recuerdos de la noche anterior, trataba de convencerme a mí mismo de que todo lo ocurrido en la madrugada había sido un sueño.
    
    Me negaba a aceptar que tío Rogelio había entrado a mi habitación, me negaba a aceptar que me hubiese exhibido casi completamente desnudo ante él y que gracias a eso me hubiera excitado a tal punto que tuve mi primera erección frente a él.
    
    No quería creer que aquella extraña visita nocturna me había “obligado” a masturbarme, y peor aún, que la manera de masturbarme hubiese sido acariciando mis sensibles pezones y penetrando mi húmedo y apretado anito con mis dedos. Estaba seguro que esa no era la manera que los otros niños lo hacían.
    
    Escuchar a mi propia madre decir que yo parecía y me comportaba como una niña mimada, fue demasiado, las lágrimas comenzaron a brotar de mis bonitos ojos grises, y de un momento a otro ya estaba llorando y sollozando patéticamente.
    
    Mamá corrió a abrazarme y yo me acorruqué contra ella aún envuelto en mi suave frazada, asegurándome de mantener escondida mi femenina figura, no quería darle otra razón para que pensara que yo parecía una niña.
    
    “Lo siento, lo siento cariño… No quise decir eso, no es tu culpa, no llores mi niño bonito”. Mamá estaba peinando mis rubios y sedosos cabellos.“Estoy algo estresada y nerviosa porque tu tío Rogelio regresó a casa anoche… tú sabes que él no es mi persona favorita”.
    
    Ahora ...
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