A la una, a las dos, y a las tres...¡Vendida! - Relatos Eróticos

A la una, a las dos, y a las tres...¡Vendida!

... quiero nada más que complacer... Se toma un momento antes de hablar y dice:

- "Parece que te entrenaron bien, zorra."

La palabra ‘zorra’ atraviesa mi oído... Tomo una respiración profunda al escucharla... Mis grandes pechos suben y bajan mientras tomo un gran suspiro de satisfacción por el sonido de la palabra.

Ella camina a mi espalda.

- "Qué culo tienes, perra", me dice y lo abofetea suavemente.

El cumplido, la humillación, el ligero dolor, todo se combina para aumentar mi satisfacción... Me han vendido... Soy propiedad de alguien, no sé quién es todavía... Pero este es el mejor día de mi vida.

- "Tu dueño estará aquí pronto", dice, y se marcha.

Estoy sola, pero no me atrevo a moverme ni un centímetro. Probablemente así es como mi dueño me querrá, por debajo de él o ella y completamente vulnerable y débil.

No sé cuánto tiempo estoy ahí abajo... No tengo forma de saber la hora... Me enseñaron que el tiempo no importa de todos modos.

No debería importarme cuánto tiempo he pasado chupando la polla de mi amo como una puta hambrienta de polla... Sólo importa si él todavía quiere que lo haga o no... Así que pase lo que pase, no tengo ni idea del tiempo transcurrido... Tal vez horas.

Esto me da margen para imaginar a todos los posibles nuevos propietarios que pudiera tener... ¿Sera un hombre rico que quiere una muñeca de amor para follar?... ¿Será una lesbiana enojada que quiere que también complazca a sus amigas?... ¿Será una pareja en busca de algo especial en su matrimonio?... Sean quienes sean, mientras me mantengan en mi lugar, soy feliz.

También tengo tiempo para repensar el proceso que me llevó a esta situación.

La policía siempre decía que una mujer no debería caminar sola por noche... Tal vez debería haber escuchado, pero después de estudiar hasta hacerse de noche en la biblioteca tuve que caminar a casa por mi cuenta.

Nunca vi la camioneta venir detrás de mí... Cuando me metieron en la parte de atrás, me arrancaron la ropa y se salieron con la suya.

Eran cuatro, creo... No estoy segura... Luché muy duro pero no pude escapar de sus garras... Me follaron todos... Sé que algunos de ellos vinieron por segunda vez e incluso por tercera vez... Después de un tiempo dejé de luchar... Cerré los ojos y esperé que todo terminara rápido y luego me dejaran tirada en algún lugar.

Pero la furgoneta se detuvo en un garaje... Casi me había desmayado por la interminable violación que me dieron... Me llevaron, una vez dentro del garaje, a un ascensor y el ascensor se abrió en un piso lleno de jaulas... La mayoría de las jaulas tenían mujeres desnudas dentro de ellas... Esa fue la menor sorpresa que tuve.

Lo que realmente me impactó no fueron las jaulas sino la reacción de las mujeres cuando se abrieron las puertas... Vieron caminar a los hombres desnudos y todas se pusieron ansiosos a las puertas de las jaulas.

‘¿Estarán tratando de liberarse?’, pensé.

Todas se acercaron a los hombres, pero me di cuenta que ...