Mi jefe le rompio el culo a mi esposa
Fecha: 20/05/2019,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... besaba.
- Tuvo buena vista de ahí, ¿no Pietro?, sonrió.
- ¿Que le parece?, respondí mientras le mostraba mi semen en mi mano.
Los tres reímos. Ana se levantó, me beso y se dirigió al baño.
- Por Dios como coge su esposa, usted es un afortunado señor Pietro.
- Gracias Marcos, le dije.
- ¿Ud. está satisfecho ya?, me preguntó.
- Bastante, le conteste con una sonrisa.
- Váyase a descansar un rato mientras yo sigo dándole a esa cola, ¿no le molesta
no?
- Para nada, lo único que le pido es que no la haga gritar mucho así puedo dormir,
le conteste con un sonrisa.
- Eso no se lo puedo prometer, dijo también con una sonrisa.
En el baño se escuchó el caer del agua de la ducha.
- Escuche, está limpiando bien su colita para que pueda seguir jugando con ella,
dije para excitarlo.
Dio resultado, su miembro creció inmediatamente. Yo tome una colcha y una
almohada y me retire hacia el living a armarme mi cama para esa noche. Fui al
otro baño a lavarme, al salir me crucé en el pasillo con Ana que salía del suyo,
envuelta en una toalla y con su cabello mojado.
- Anda que el viejo te está esperando con la verga dura le dije.
- Uf, dijo mordiéndose su labio inferior.
- Me parece que tenés para rato, continúe.
- ¿Vos no venís?, me preguntó.
- No, estoy exhausto, me voy a dormir al living, disfrútalo, respondí.
- Gracias, te quiero, me dijo.
Me beso y volvió casi corriendo al dormitorio. Me acosté y me dormí.
Ya estaba amaneciendo. No sabía cuanto tiempo había pasado, no tenía reloj a
mano así que fui a ver el de la cocina. Me había dormido dos horas y me
sorprendió que todo estuviese en silencio, estarán dormidos imagine.
Sin hacer ruido me encaminé hacia el cuarto, la puerta estaba cerrada por lo que
con mucho cuidado para no despertarlos la abrí.
El dormitorio estaba iluminado solo con la luz de la madrugada. Había imaginado
mal, mi esposa estaba en cuatro con la cara apoyada en la almohada y tenía la
cara del viejo enterrada en su cola. El espectáculo me produjo una erección de
inmediato. Marcos me miro.
- Hola Pietro, ¿lo despertamos?, pregunto, y volvió a lamer sin esperar mi
respuesta.
- No, respondí.
- Hola amor, me saludo ella entre suspiros.
- Hola, dije.
Me fui a sentar a mi silla, necesitaba volver a masturbarme.
- ¿No durmieron?, pregunte inocentemente.
- No me dejó, respondió ella con cara de satisfacción.
- Ud. cree que es posible dormir al lado de este culo, dijo el sonriendo.
Increíblemente él estaba con una erección importante. A ella se le notaba
cansada pero contenta.
- Muéstrele a su marido como tiene la cola, prosiguió el viejo.
Ella se acercó y me mostró su hoyito totalmente dilatado. Nunca lo había visto
tan abierto, sin exagerar le entrarían cuatro dedos sin esfuerzo.
- Mira como me dejo la colita el señor Marcos, me dijo con cara de puta.
- No me hizo doler nada, es muy atento, continuó ...