1. Un delicioso día de playa con mi ex suegra


    Fecha: 16/03/2019, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Juan, Fuente: TodoRelatos

    ... sentí tentada, pero fui cobarde, no me atreví a continuar.
    
    —Es una noche de confesiones —Esa fue la cobardía a la que se refería. Me miró fijamente, pensaba algo y no se atrevía a decirlo. La excitación de ambos era notoria. La sentía temblar. No podía negar su enorme sensualidad.
    
    —Anda dime, ¿Qué deseo has pedido a la estrella?
    
    —Poder olvidarme de quién eres … y de tu edad —miraba fijamente al decirlo—. ¿Y tú?
    
    —Que me encantaría follarte —dije sonriendo, dejándola tan cortada que no supo responder—. Bueno, hemos pensado lo mismo, pero lo hemos expresado de forma diferente.
    
    —¿Te gusto? —preguntó en voz baja, sin dar señal de sentirse molesta por mi comentario—. ¿O simplemente te da morbo follarte a la madre de tu novia?
    
    —¡Claro que me gustas! Eres preciosa, me gustabas desde que tenía dieciocho años.
    
    —¡Es una locura! Has sido el novio de mi hija.
    
    —¡Olvidemos esta noche quienes somos!
    
    —¿Y mañana, todo habrá desaparecido? Independientemente de nosotros, el entorno de gente a nuestro alrededor, no lo aceptaría. Caty me mataría, tu madre me arañaría la cara.
    
    —Mi padre me envidiaría —reí.
    
    —¿Tú crees? Quizás fuera más permisivo, pero no lo aprobaría. Nuestro futuro sería el de dos furtivos.
    
    —Macron ha llegado a presidente de gobierno en Francia, con una esposa que podría ser su madre, y yo no puedo simplemente mostrarme en público con una señora que por otra parte es increíblemente más atractiva que Madeimoselle Macron.
    
    Mandó sus labios de avanzadilla para chequear mi estado emocional, y se encontró unos labios húmedos deseosos de hidratar los suyos. Aproveché que su camiseta me dejaba huecos por donde tocar su piel y la acaricié por todos los espacios que el textil me ofrecía. Su cintura estaba firme y solo lo ajustado del short impidió que me aventurara en zonas no accesibles.
    
    Suponiendo que era poca recompensa para un joven amante, al llegar al final de la playa, en una zona apartada de las miradas que pudieran hacerse desde la terraza del chiringuito, bajo una luna luminosa, se despojó de la camiseta, dejando sus pechos a la luz de la luna, tomando el postre que nos saltamos antes.
    
    —¿Sabes cuál es una de mis fantasías? —me preguntó.
    
    Ante mi mirada expectante, sin atreverme a decir ninguna, confesó.
    
    —Hacer el amor en el mar una noche de luna llena.
    
    —¿Sabes cuál es mi misión en la vida? —Le pregunté sonriendo, sin esperar respuesta—. Cumplir todas tus fantasías.
    
    Miré al cielo, y a una brillante estrella que seguía una trayectoria paralela a la costa, le agradecí que me concediera el deseo que le pedí, y a la vez, podría proporcionarle a Julia la noche más fantasiosa de toda su vida.
    
    Se despojó del short, apareciendo su pelvis apenas cubierta por un cordoncito de tanga. Me desvestí de camiseta, y bañador, mirándola. Se quedó dudando, y sin esperar a pensarlo, se liberó de su preciosa braguita del tanga, mostrándome el precioso coñito que andaba loco por traspasar.
    
    —¿Hay alguna forma de ...
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