1. Un delicioso día de playa con mi ex suegra


    Fecha: 16/03/2019, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Juan, Fuente: TodoRelatos

    Después de dos años de limitación de salidas por la pandemia, aprovechando unos días que me debían de vacaciones, y la posibilidad de hacer teletrabajo, decidí irme una semana a final de junio a Marbella, antes de que mi familia ocupara la casa. Llegué a mediodía, tras seis horas de viaje desde Madrid. Apenas dejé la maleta sin abrir, me coloqué el bañador y me fui a la piscina. Salí del agua, con la sensación de haber huido de España y haber entrado en otro país. ¡Qué maravilla estar unos días solo allí!
    
    En esa época había poca gente todavía. Solo un par de personas tomando el sol. En una hamaca, bajo una pamela amplia, encontré a Julia, la madre de Caty, mi ex novia, a la que conocía de la pandilla de verano, en la que también venía Jose, su hermano menor. Después de cuatro años juntos, tras confinarnos juntos durante la pandemia, acabamos peleados hacía un año.
    
    No esperaba encontrármela allí en esa fecha, o quizás habría venido la madre sola.
    
    —Buenos días Julia, que sorpresa. Cada año estás más joven —la adulé.
    
    —Y tú cada año más hombretón —sonrió—. Le dije a Caty que, si te dejaba ella, te pediría para mí.
    
    —Entonces saldría ganando yo en el cambio ¿Cómo estás?
    
    —Relajada, disfrutando estos días previos a la avalancha de vecinos. ¿Y tú?
    
    —Me he escapado unos días, con el teletrabajo puedes manejar el trabajo desde aquí. ¿Ha venido Caty?
    
    —Ella vendrá en agosto, y yo …. me separé hace seis meses.
    
    —Uf, lo siento. Menuda plaga. No sabía nada. ¿Estás bien? —Tenía mucha más cercanía con ella que con su marido.
    
    —Lo pasé mal, pero ya lo he superado. Este año voy a tomarme dos meses enteros de vacaciones.
    
    Poseía un estudio de decoración de interiores en Córdoba, donde vivían. Yo fui un par de veces cuando era novio de Caty, y me gustó mucho la ciudad.
    
    —¿Has venido con alguien?
    
    —No —Quizás no le habría parecido bien que ya la hubiese sustituido —. Todas acaban dejándome.
    
    —Ya, ya. Yo he salido dos meses con un señor, pero lo usé más como un apoyo después del divorcio.
    
    — Nos hemos quedado solteros los dos. Yo espero encontrar una mujer como tú, que con lo guapa que estás, tendrás pareja enseguida.
    
    A sus cincuenta y cinco años era una mujer espléndida. No muy alta, uno sesenta, pero unas piernas largas y firmes que, gracias a su genética y a sus horas de ejercicio, le permitían lucir un tipo espléndido, la mujer más atractiva del grupo de amigas de la piscina.
    
    —No quisiste a la princesa, te vas a conformar con la madrastra. De todas formas, me alegro de que estés aquí, así no me sentiré tan sola.
    
    Joder si me conformaría.
    
    —Te recuerdo que fue la princesa la que no quiso a esta rana.
    
    Independientemente de mi galanteo, mi ex suegra estaba realmente buena ¿Qué les pasará a las mujeres que cuando se separan lucen como el sol? A mis veintiocho años, no la consideraba una madrastra. Los veintitantos años que me sacaba ella en años, se los sacaba yo en altura.
    
    A raíz de mi llegada, sobre la una, al ...
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