1. La casa de las flores.- Tercera parte


    Fecha: 10/03/2019, Categorías: Incesto Autor: Julio, Fuente: TodoRelatos

    ... estamos unidas a través de él.
    
    - Creo que deberíamos levantarnos, es muy tarde. – pudo al fin decir Narciso que tenía una enorme lucha interna entre quedarse acariciando a sus hermanitas o levantarse raudo para que no le sorprendieran con ellas, y menos desnudos en la cama – Debe de ser casi medio día.
    
    - Voy a ver qué hora es. – dijo Azucena girando su torso para coger el móvil de la mesilla y al hacerlo apretó aún más su coño lampiño al culo de su hermano y dijo – Son solo las once, podemos volver a hacer el sándwich de salchicha, me he levantado muy caliente.
    
    - Yo creo que casi mejor intentemos que nos la meta, aunque solo sea la puntita – dijo Amapola – Me gustaría que Narciso fuese el primero, y como creo que Petunia, que se ha erigido en Jefa, no nos dará su consentimiento, mejor tomamos nosotras la iniciativa.
    
    - Vale, me parece buena idea. – dijo Azucena – Voy a buscar el aceite y de paso mirare si esta alguna despierta.
    
    - Vais a conseguir que nos descubran. – dijo Narciso que a pesar de sus recelos no se negaba ni mucho menos a lo que ellas pretendían – Y si lo hacen se puede liar un buen follón.
    
    - ¿Tú estás dispuesto o no? – le conmino Azucena, y al ver que el asentía salto de la cama y sin preocuparse de ponerse nada salió del dormitorio diciendo – Ahora mismo vuelvo.
    
    No habían pasado ni dos minutos que estaba de vuelta con una botella de aceite que exhibió como un trofeo a la vez que decía:
    
    - Están todas fritas, ya dijo anoche Amapola que estarían durmiendo hasta la hora de comer, y he traído una botella de aceite virgen extra sin empezar. Supongo que con un litro tendremos bastante.
    
    Riendo de forma perversa ambas hermanas procedieron a colocar a Narciso boca arriba y bajo su culo una toalla, y engrasándose las manos empezaron a extender el aceite por todo el falo que estaba cada vez más duro y hasta parecía que mas grande con el brillo del aceite. Entonces Narciso entre suspiros dijo:
    
    - ¿No sería mejor que os lubricaseis vuestros coños? No quisiera haceros daño a ninguna porque os quiero mucho.
    
    - Tiene razón, - dijo Amapola – ya que tú has ido a por el aceite te mereces ser la primera. Túmbate encima de Narciso.
    
    Azucena se tumbó sobre su hermano, también boca arriba, dejando su coño casi rozando el glande que pretendía acoger una vez engrasado. Amapola con sus dedos completamente untados empezó a introducírselos con decisión a la vez que con la otra mano vertía gotas de la botella sobre sus propios dedos para introducir sin problemas la mayor cantidad de aceite. Pero realmente la estaba masturbando de forma frenética intentando lubricarla perfectamente, hasta que de pronto Azucena dijo:
    
    - Para, para, que si sigues me voy a correr, y quiero hacerlo con la tranca de Narciso dentro, por lo menos con la punta.
    
    Se volteo sobre el estómago de su hermano y se quedó en cuclillas mirándole a la vez que colocaba su coño a la altura de su cipote. Entonces Amapola, cogiéndolo por la base lo oriento hasta ...
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