1. La casa de las flores.- Tercera parte


    Fecha: 10/03/2019, Categorías: Incesto Autor: Julio, Fuente: TodoRelatos

    ... la entrada ya chorreante de su gemela y la fue diciendo que se fuese sentando despacito. Cuando le rozo el glande los labios, Azucena empezó a suspirar y poco a poco fue bajando su culo consiguiendo sin problema alguno que entrase la punta completamente, posiblemente por lo lubricada que estaba con el aceite y sus propios jugos. Narciso por su parte miraba atónito a su hermana fijamente a los ojos, temiendo hacerla daño y esperando que de un momento a otro se levantase dolorida o asustada, pero nada de eso ocurría, al contrario, con cada suspiro que emitía se sentaba un poco más, y el ya notaba que le había metido por lo menos la mitad de su tranca y escuchaba alucinado como Amapola la jaleaba animándola a seguir:
    
    - Dale, dale, un poquito más, que tú eres capaz. – la decía enardecida y entusiasmada – Ya ha entrado más de la mitad, y creo que eres capaz de metértela enterita.
    
    Ante la exaltada y provocadora actitud de su hermana, Azucena se dejó caer a peso, introduciéndose la verga de Narciso hasta lo más profundo de sus entrañas, y entonces ante la sorpresa de los otros dos empezó a dar saltos de forma incontrolada y gimiendo de placer cada vez con mayor volumen y un par de minutos después, sentándose completamente emitió un bramido sordo y su cuerpo se estremeció como si le hubiese dado un calambrazo eléctrico. Entonces se tumbó sobre su hermano y dijo:
    
    - Joder que gustazo. Me he corrido como una puta guarra. Si por mi fuera seguiría un rato más, pero ahora te toca a ti Ama.
    
    - ¡Madre mía! – exclamo Amapola – Si te ha entrado enterita, y eso quiere decir que a mí también debe de entrarme completa. Engrásame bien el coño que me voy a follar a Narciso igual que tú.
    
    - Narciso, ¿tú que tienes que decir? – pregunto Azucena a la vez que descabalgaba y cogía la botella de aceite - ¿Te ha gustado?
    
    - Claro que me ha gustado, sois preciosas y estáis buenísimas. – dijo Narciso que seguía con un empalme desorbitado – Jamás pensé que te entraría completamente ya que a Hortensia no se la pude meter entera.
    
    - Es que hemos practicado mucho y desde hace bastante tiempo. – Le explico Azucena – que ya estaba haciéndole a Amapola lo mismo que ella le había hecho, pues tenía tres dedos enterrados en el chocho de su hermana – Nos hemos llegado a meter hortalizas del tamaño de tu polla.
    
    De nuevo volvieron a repetir la operación, pero ahora con Amapola encima de Narciso, y esta mucho más segura de hasta donde podía llegar no se sentó poco a poco, lo hizo despacio, pero de forma firme y segura y tras una profunda espiración acabo sentándose hasta notar los huevos en su culo. Entonces, emulando a su hermana, empezó a cabalgar a Narciso como una loca, pues subía hasta que casi se le salía y entonces volvía a sentarse bruscamente, y tras varios minutos galopando de forma violenta emitió un grito que ahogo Azucena tapándole a boca. Luego su cuerpo se crispo y tuvo una especie de trance, ya que se puso a llorar copiosamente. Narciso asustado, la cogió ...
«12...91011...14»