1. La casa de las flores.- Tercera parte


    Fecha: 10/03/2019, Categorías: Incesto Autor: Julio, Fuente: TodoRelatos

    ... por la cintura y la coloco a su lado en la cama mirándola desconsolado, mientras Azucena empezaba a reírse tapándose la boca para que no se la oyese.
    
    - No te asustes, es que Ama es muy escandalosa, por eso la he tapado la boca, pues sabía que cuando se corriese iba a lanzar un aullido como una loba. Quizás es en lo único que no nos parecemos, yo tengo unos orgasmos mucho más pacíficos.
    
    - ¿Y porque está llorando? – pregunto asombrado Narciso - ¿Le abre hecho daño?
    
    - No hombre, ni mucho menos, está llorando de alegría, por fin le han metido una polla hasta la matriz. – le explico sonriente Amapola – Ya te he dicho que es muy escandalosa.
    
    - ¿Pero es que no había follado nunca? – pregunto incrédulo Narciso - ¿Cómo entonces le ha entrado tan fácil?
    
    - Pues igual que a mí. – le volvió a explicar Azucena – Desde hace más de cinco años nos venimos masturbando con cosas cada vez más grandes, incluso nos metimos una vez un calabacín que era tan gordo como tu rabo, pero bastante más largo, y debes de saber que no nos atraen los muchachos que nos cortejan, quizás porque siempre hemos querido que esto ocurriese, creemos que estamos las dos enamoradas de ti.
    
    Entonces para sorpresa de Narciso, Amapola se incorporó y cogiéndole la cara le soplo un beso en los labios, a la vez que le decía que lo quería con locura, y que ellas dos solo serian suyas, que no habría ningún otro hombre el resto de sus vidas. Y termino diciéndole:
    
    - Pero no te asustes, no somos celosas, puedes follarte a todas las que quieras, incluso si algún día decides casarte lo aceptaremos de buen gusto, y al igual que las titas, querremos a tus hijos como ellas nos quieren a nosotros.
    
    - Debes de saber que desde que empezamos a sentir cositas, - le dijo entonces Azucena – quiero decir desde cuando a las dos empezó a hormiguearnos el chocho, ya fantaseábamos contigo, porque para nosotras tu siempre has sido nuestro protector, nuestro paladín y nuestro príncipe.
    
    - Yo os quiero mucho, de verdad, – dijo aturdido Narciso – siempre os he querido proteger pues os veía pequeñas y vulnerables, y jamás se me había pasado por la cabeza hacer lo que hemos hecho, os quería simplemente. Pero a partir de ahora va a ser diferente, ya que desde este momento no solo os quiero con locura, ahora os voy a desear a todas horas, y creo que es algo que no está bien.
    
    - Pues menos mal que no está bien, - dijo Amapola riendo y señalando su badajo que seguía tieso y duro – Tu cabeza dirá una cosa, pero tu cipote dice lo contrario. ¿Quieres que te hagamos un sándwich?
    
    - No, mejor me doy una ducha fría, no vaya a ser que al final nos descubran. – dijo Narciso – Me voy a mi habitación.
    
    Media hora después se reunían los tres en el salón de la planta baja, y aun les quedaba la duda si las demás realmente se acordarían de lo ocurrido la noche anterior, pero Narciso les dijo la teoría que tenía sobre ese tema:
    
    - Supongo que, aunque se acuerden, no dirán nada, Hortensia, Margarita, Rosa y ...
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