La casa de las flores.- Tercera parte - Relatos Eróticos

La casa de las flores.- Tercera parte

... la zona, a la vez que degustaron los nuevos vinos que a partir de ese momento iban a comercializar, y sobre todo un reserva especial como el producto estrella de la bodega.

Rosa y Margarita, como mayores responsables, se preocuparon de que ni Narciso ni Amapola y Azucena, bebiesen más de dos copas, pero las demás se despacharon a gusto, sobre todo con el producto estrella, y por eso a la hora de volver ninguna de las mayores estaba en condiciones de manejar el coche, y tuvieron que dejar que una de las gemelas lo condujese, ya que ellas si tenían el carnet de conducir, aunque casi nunca habían manejado un coche, y menos un monovolumen todo terreno como el nuevo que habían traído sus hermanas mayores.

Aun así, Azucena los llevo a todos sanos y salvos sin ningún contratiempo y ya cerca de la media noche llegaron a la casa donde aparco sin problemas. Ya apeados del vehículo, para acceder desde la cochera a la cocina, a Rosa, Margarita y Violeta las tuvieron que ayudar los tres hermanos menores, y una vez arriba esperaron a que subiesen Hortensia y Petunia que, ayudándose mutuamente, por fin consiguieron llegar hasta arriba. Fue Narciso el que las dijo:

- Creo que debéis de acostaros y dormir la melopea, porque ni a mí ni a las “repes” nos habéis dejado beber, pero vosotras os habéis puesto ciegas.

- Si aún no son ni las doce. – se quejó Violeta – Vamos al salón y nos tomamos una última copa, que hay que celebrar que ya hemos vuelto, y sobre todo que hoy ya hemos empezado a asumir los cargos que vamos a desempeñar en la sociedad familiar.

Las demás, ante la mirada atónita de los tres más pequeños, la siguieron hasta el salón y tras sentarse en los tres grandes sofás que estaban en U, les pidieron a los jóvenes que les trajesen unas tónicas y cubitos, y Margarita cogió del mueble bar una botella de vodka y cinco vasos, los repartió a Rosa, Petunia, Violeta y Hortensia, quedándose con el otro, y después sirvió a todas un generoso chorro de la botella, dejándose caer desmadejada al lado de Violeta.

Azucena, Amapola y Narciso, las miraban sin acabar de entender que quisieran seguir bebiendo, pues tenían una notable cogorza, y entonces Petunia, con una voz estropajosa, les espeto:

- Niños, a que esperáis, traernos los cubitos y las tónicas, y para vosotros cocas colas, que vamos a brindar por estar las dos hermanas mayores ya licenciadas, y después vamos a explicaros como debéis de comportaros en cuanto a la sexualidad, para que no vuelva a ocurrir lo de esta tarde.

- Madre mía, que bueno estaba el vino. – dijo Hortensia con voz de beoda, mientras los pequeños iban a buscar lo que les había pedido Petunia – Hoy ha sido un día casi perfecto, me heee … quitado de en medio al gilipollas deeee … mi ex novio, me han echado el polvooo … más espectacular de mi vidaaaa … y he cenado como una reina, jajajaja.

- Entonces ha sido perfecto, - le rectifico Rosa que estaba sentada a su lado y en las mismas condiciones que ella – no casi …. ...