1. La casa de las flores.- Tercera parte


    Fecha: 10/03/2019, Categorías: Incesto Autor: Julio, Fuente: TodoRelatos

    ... quitarse el escozor, en lugar de los cubitos. – rio también alborozada Violeta – Desde luego mejor forma tienen, e incluso tienen el palito para manejarlos al gusto del consumidor.
    
    - No pensaba dárselo a Hortensia para que ella lo use, - dijo Rosa sonriendo maliciosa – voy a ser yo la que se lo va a colocar entre sus labios para que deguste el sabor y el frescor de esta especie de cipote de hielo. Venga Hortensia dime que sabor prefieres.
    
    - El que a ti más te apetezca. – le contesto Hortensia a la vez que se abría grotescamente de piernas – Primero chúpalo tú un poquito, hip … hip … para que no esté tan frio.
    
    Narciso que aún se encontraba de pie al lado de Rosa, no pudo evitar al darse cuenta de lo que pretendía su tía, que su tranca se desperezase poco a poco, como si tuviese vida propia. Todas las miradas estaban fijas en Hortensia, que posiblemente desinhibida por la tajada que llevaba encima, con gran desenfado y enorme osadía, se levantó la falda y se quitó las bragas, luego coloco sus pies sobre el borde del sofá, pero separándolos lo más que pudo, por lo que su falda se subió hasta su cintura y su coño quedo expuesto totalmente delante de todos. Ahí Narciso ya no podía evitar que su erección se hiciese latente, pues sus pantalones veraniegos y de tela fina no podían esconder que su trabuco estaba de nuevo cargado y con suficiente munición para volver a ser disparado.
    
    Rosa metió tres de los polos en la cubitera y con gran parsimonia desenvolvió el de plátano y de forma premeditadamente erótica, chupo aquel trozo de hielo de forma esférica, luego, sacándoselo despacito de la boca se lo encajo a Hortensia entre sus labios vaginales, haciendo que esta diese un gracioso respingo a la vez que soltó un quejido sensual cuando la punta del helado le rozo el clítoris. Violeta no se lo pensó dos veces y cogiendo de la cubitera el helado de fresa, lo desenvolvió con rapidez y bajándose los pantalones junto a sus bragas, se volvió a sentar al lado de Margarita y se metió el polo en el coño hasta que solo quedo fuera el palito, y allí lo dejo mientras terminaba de quitarse los zapatos y los pantalones junto al tanga que tenía ya en los tobillos.
    
    Cuando Petunia iba a decir algo, se quedó pasmada al notar que sus dos hermanas gemelas la subían su ajustada camiseta, y como no llevaba sujetador, las “repes” se lanzaron a succionar sus pechos como dos bebes hambrientos. Sorprendida al no esperar semejante ataque y posiblemente aturdida por los efluvios del vino, no fue capaz de reaccionar, solo se dejó hacer ante el delicioso placer que sentía al notar como le comían sus pezones de forma tan sincronizada, y la única reacción que pudo tener fue la de empezar a gemir de gozo a la vez que llevaba su mano a su entrepierna acariciándose su sexo por encima del pantalón.
    
    Margarita asistía junto a Narciso, como espectadora privilegiada de lo que estaba sucediendo a su alrededor, ya que en cuestión de segundos daba la impresión de que se habían ...
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