La casa de las flores.- Tercera parte - Relatos Eróticos

La casa de las flores.- Tercera parte

... acostarlas y mañana ya veremos qué pasa, si es que realmente se acuerdan de algo.

- Creo que van a tener un resacón, que si se acuerdan de algo, no sabrán si ha sido real o un sueño erótico. – dijo riendo Azucena – Pero como no nos ayude Narciso nosotras no podemos subirlas arriba y acostarlas, sobre todo a Petunia, que debe pesar lo suyo.

Tras más de cuarenta minutos, por fin habían conseguido acostar a todas en sus respectivas camas, incluso las habían puesto un pijama, y a Violeta y Margarita las habían limpiado el semen que les había quedado en sus caras. A la última que acostaron fue a Hortensia, pero a esta la dejaron desnuda y tapada con las sábanas, pues Narciso las explico que normalmente dormía desnuda, sobre todo en primavera y verano, ya que él la había espiado a través de la rendija en multitud de ocasiones, sobre todo en esas épocas calurosas en las que iba más ligera de ropa.

- Bueno, ya está todo recogido, - dijo Amapola cuando terminaron de limpiar el salón y recoger los vasos que trasportaron en el carrito hasta la cocina – Yo ahora me voy a tomar la coca cola y vamos a ver que hacemos nosotros tres.

- Eso digo yo, ¿Qué vamos a hacer ahora? – le secundo Azucena sentándose a su lado en el sofá más grande – Yo no tengo sueño y la verdad es que estoy bastante cachonda.

- Coño, y yo. – respondió Amapola – A Petunia la hemos dejado bien contenta, pero nosotras nos hemos quedado a medias. Podríamos invitar a Narciso a que duerma con nosotras y repetimos el sándwich de salchicha.

- Buena idea, yo me apunto. – no lo dudo Azucena y le pregunto a su hermano - ¿Tú te apuntas?

- Por mi encantado, lo de esta tarde ha sido fantástico. – dijo Narciso entusiasmado - ¿Pero y si se despierta alguna y me ve en vuestro dormitorio?

- Yo no creo que se despierte ninguna por lo menos hasta mañana a la hora de comer, y con el colocón que llevaban todas se levantaran con una resaca que no serán capaces ni de pensar. – dijo Azucena – Y si por casualidad alguna nos descubriera tenemos el video que ha grabado Narciso, con lo que les callaríamos la boca.

Ya convencido el “peque”, subieron al dormitorio de las gemelas, que desde muy pequeñas dormían juntas y en la misma cama, motivo por el que, desde hacía más de cinco años, tenían una cama de dos metros cuadrados. Esta circunstancia se remontaba a cuando eran aun bebes, ya que desde su nacimiento dormían juntas, y cuando cumplieron tres años y sus padres intentaron que durmieran en camas separadas, no lo consiguieron, pues amanecían todos los días juntas en una de las camas, y por ello decidieron comprarles una grande de matrimonio para que descansasen mejor.

Cuando los tres entraron en el dormitorio, Amapola cerró la puerta y como no tenía cerrojo coloco una silla trabando la maneta, luego se volvió y dijo:

- Ya tenemos intimidad, y me gustaría que nos enseñases el video que has grabado, y si no te molesta nos lo mandas a nosotras. Nos puede servir en algún momento para ...