El pequeño maldito - Relatos Eróticos

El pequeño maldito

... enorme quizás alguno se confunda y no entienda que a pesar de ser desproporcionado era muy apetecible, porque era muy grande, sí, pero no tenía ninguna blandura ni ningún decaimiento típico de las mujeres más gordas y más viejas. El de mamá era enorme pero redondo, bien redondo, y cuando se ponía pantalones de jean de tela gruesa y dura daba la impresión de que su trasero era resistente como el mármol.

Y habiendo descrito el orto de mamá, ahora volvamos a la escena en donde me encontró con el pito duro. Y si digo orto es para no repetir a cada rato trasero o culo, pues esta parte de la anotomía de mamá será nombrada muchas veces y es oportuno tener varios sinónimos los cuales algunos los aprendí en la escuela y otros los busqué en Google.

—No te preocupes. Es algo normal. Solo tené cuidado de que no te vea nadie cuando estás así. Y si querés podés masturbarte, así te aliviás y no estás con el pito duro durante tanto tiempo —dijo mamá, generándome tremendo alivio.

Entonces, después de entrar la ropa me metí en mi cuarto y me hice una paja con tranquilidad sabiendo que tenía el visto bueno de mamá. No era la primera vez que lo hacía, pero sí era la primera vez que lo hacía sin quitarme de la cabezas el dulce trasero de mi mamá. Y me sentí culpable y avergonzado por eso, pero la excitación me orillaba a actuar de tal manera. Era algo que no podía evitar, y, siendo sincero, creo que tampoco quería reprimir.

Ahora que ya conocen a Lena, que es mi madre, y un poco también a mí, que ahora me doy cuenta de que no dije que me llamo Marcos, aunque muchos me dicen Markitos, puedo empezar con la historia propiamente dicha.

Todo empezó un domingo que estaba entretenido armando un rompecabezas, que es algo que me divierte más que jugar a los videojuegos y además me relaja mucho. Mamá había salido. Los fines de semana suele salir. Siempre dice que va a ver a una amiga o a trabajar, pero yo sospecho que también se ve con algún hombre. Pero no me quiero desviar del tema. Mientras me entretenía con el rompecabezas me llega un mensaje. No tengo la costumbre de estar pendiente del celular, pero cuando mamá no está y me llega un mensaje pienso que puede ser ella, y mamá siempre está primero en mi vida, así que agarré el celular, pero no era mamá.

Me llamó la atención que el mensaje era de un número desconocido. Lo leí por curiosidad. Pero grande fue mi sorpresa cuando vi un mensaje insultante en la pantalla. “Mirá cómo nos culeamos a tu mamá” decía el mensaje.

Y entonces me llega un video. También por curiosidad le di play al video. Y ahí me enteré de que fuera quien fuese el que me mandó ese mensaje podía ser un grosero, pero no un mentiroso, porque efectivamente, en el video de tres minutos había alguien cogiéndose a mamá.

La cámara la enfocaba a ella de frente. Estaba inclinada, como si se hubiera agachado para agarrar algo del piso, solo que no estaba agarrando nada, sino que se quedó así, con el culo en pompa, y yo veía su cara agitada, ...