1. Las Salidas de Silvia


    Fecha: 15/03/2019, Categorías: Infidelidad Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... que alguien se me acerco por atrás, ¡hola! Silvi, era otro de ellos y también comenzó a tocarme y a recargar su pene entre mis cola. Eso me excito tanto que me empecé a mover rítmicamente para sentir mejor la verga que tenía atrás y la que tenía adelante. Sentía sus panzas presionándome y sus vergas frotándose contra mis nalgas y mi pubis.
    
    Luego, el acosador principal solo me dice: Ven. Me toma de la mano y me llevo a una oficina justo en el segundo piso del bar. Al subir las escaleras me hace pasar primero y sé que al subir tiene una excelente visión de mis nalgas, no me importa y yo las muevo lo más que puedo.
    
    Llegamos a la oficina y solo me empuja en un sillón, me pide que me desnude y así lo hago, no vuelvo a decir palabra.
    
    Se saca su verga, no es nada fuera de lo común en tamaño pero es muy gruesa, yo estoy fuera de mí. Era gordo, no muy guapo, maduro; al mismo tiempo su verga era como él, ancha y tosca, me tenía caliente y totalmente entregada.
    
    Comienzo a mamársela con fuerza y él solo gime y me dice:
    
    Al poco tiempo se sienta el sillón, se ve que desea que yo haga todo el trabajo, no sé si sea por su peso corporal o porque me quiere tratar como una golfa, primero lo cabalgo de frente, siento su verga gruesa dentro y me excita bastante. Muevo mis caderas lo más que puedo y él toma fuertemente mis tetas con cada una de sus manos, la sensación es deliciosa, a pesar de que su verga no es tan grande no importa porque el grosor compensa muy bien el tamaño. Estoy demasiado caliente, un orgasmo tras otro, no sé qué me pasaba, me sentía mojadísima, estaba fuera de mis cabales.
    
    Con sus manos me toma de las caderas me cole fuertemente, yo busco su boca y lo beso con pasión, su aliento sabe a hombre y a alcohol, no es un sabor particularmente agradable pero es perfecto para la situación, todo en él forma parte de un mismo paquete, su aliento, su físico, su boca, su verga son excitantemente desagradables, son de macho, nada fino, nada elegante.
    
    Al terminar grito sin pudor
    
    Con una mano me jala el pelo y con la otra me da unas nalgadas durísimas. Este tipo, que apenas hace unos minutos me causaba asco ahora me da un placer extraordinario, me siento humillada y sometida, yo podría haber escogido a cualquier cabrón del lugar y justo este tipo es el que me está sometiendo y tratándome como una puta vulgar
    
    Mi pide que me levante y que cambie de posición, me indica que ahora me quiere cojer de espaldas. Él sigue sentado en su misma posición y yo soy la que debo de cambiar, mover el culo e insertarme su verga.
    
    Lo obedezco, al salir su verga de mi cuerpo, la veo, fea y gruesa pero muy erecta y muy mojada por mis jugos, no puedo resistir la tentación de metérmela a la boca
    
    Lo digo en el tono más cachondo que puedo tener, como negarse a tal petición?; él solo asienta con la cabeza, su triunfo es completo¡¡ y yo que le gritaba hace unas horas que nunca iba a tener una vieja como yo¡
    
    La mamo por rato y me encanta, mientras la ...
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