1. Aventura con la veinteañera del gimnasio (Parte I)


    Fecha: 05/05/2019, Categorías: Infidelidad Autor: Escriba de todo, Fuente: CuentoRelatos

    ... dos adolescentes, calentándonos mutuamente.
    
    A las siete pasé puntualmente a por ella con el coche de empresa, para evitar que alguien pudiese reconocer mi vehículo particular. Si el día anterior había pensado que iba guapa, hoy resplandecía. Maquillada con sutileza sus labios aparecían brillantes y carnosos. Un vestido de algodón de color vino cubría sus curvas y unas altas botas negras ceñían sus piernas hasta la rodilla. Con el mismo abrigo del día anterior y la misma bufanda, se había hecho un complejo recogido en el pelo que dejaba la parte inferior suelta y la parte superior con un trenzado casi de fantasía. Parecía un duende más que nunca.
    
    Al subir al coche me saludó con un beso tierno y apasionado y acarició mi cara sin afeitar. Arranqué el vehículo e incorporándome a la carretera pasé la mano por su muslo desnudo, subiendo hasta rozar su coño. No llevaba ropa interior. Cachondo por esa circunstancia separé sus labios y metí un dedo en su interior. Estaba seca y soltó un siseo cuando lo hice, pero abrió algo más las piernas y pronto comencé a notar que se mojaba. Conduje fuera de la ciudad, a un gigantesco centro comercial en un pueblo cercano donde pasaríamos desapercibidos. Además, nosotros jamás comprábamos allí y era casi imposible que conociese a alguien o alguien pudiera reconocerme.
    
    La dejé curiosear por las tiendas del centro y la invité a un reconfortante café caliente antes de hacerla entrar en una tienda cuyos escaparates se encontraban cubiertos por cortinas rojas con luces por detrás. Era una tienda de ropa erótica. Desde lencería hasta conjuntos pasando por los disfraces más cortos y sugerentes. Al entrar la hice quitarse el abrigo y la bufanda y los dejé en una de las taquillas que la tienda dejaba a disposición de los clientes.
    
    — Ven aquí, ya sé lo que te tengo que comprar.
    
    La dirigí hasta la sección de lencería donde elegí los conjuntos más reveladores que vi. Me gustaba que fuese sin nada debajo de la ropa, pero tenía pensado grabar más vídeos con ella y esos conjuntos sugerentes la irían de perlas. Después me dirigí a un perchero lleno de ropa transparente. Parecía algo cohibida con esas prendas tan reveladoras, y más cuando elegí todo vestidos ceñidos totalmente transparentes. Rebuscando en la percha encontré uno negro y al ver como le miraba, con esa mezcla entre deseo, picardía y timidez lo añadí al montón. Elegí tacones a juego, todos ellos de aguja y plataformas y por último me dirigí a la ropa de cuero y látex. Un llamativo vestido de cuero rojo, pensado para servir como corsé y restringir los movimientos y la respiración, llamó mi atención de inmediato. Me acerqué a caja con ella detrás y tras pagar elegí un vestido del montón de los transparentes.
    
    — Ve ahí detrás y póntelo, nena.
    
    La di una palmada en el culo y sin que ella lo viese reduje la talla del vestido-corsé, de forma que la apretase más cuando se lo pusiera. Cuando regresó sus mejillas estaban rojas y encendidas por la vergüenza pese ...